El peor rival posible en el peor momento de la temporada. Así se puede resumir esta noche la visita del Real Madrid al Martín Carpena en la cuarta jornada del Top 16 continental. La primera de las dos citas contra el equipo merengue, que será también rival de los verdes el domingo en el mismo sitio, desde las 12.40 horas, esta vez en versión ACB.

No es por ponerse la venda, pero este partido le llega a pie cambiado al Unicaja. El Real Madrid es, en este momento, el mejor equipo del mundo fuera de la NBA. Alguno seguro que no está de acuerdo con mi opinión -ya se sabe que para gustos, los colores-, pero los resultados avalan mi teoría: líder destacado de la Liga Endesa, colíder europeo de este grupo sin conocer todavía la derrota y practicante del baloncesto más atractivo que se puede ver hoy por hoy en las canchas del Viejo Continente.

Si el rival vive en un estado de éxtasis permanente, el Unicaja está pasando por los peores días de la «era Repesa». La derrota del domingo en el derbi contra el Cajasol, unida a la eliminación copera, han provocado un pequeño terremoto en el que alguno, más desde fuera que desde dentro, ha querido mover la silla de Jasmin Repesa, la del director deportivo y hasta la de los consejeros del club. Los primeros días de la semana no han sido fáciles y este «europartido» viene esta noche a quebrar la impaciencia de las últimas horas con el regreso de la competición y con la visita de tan ilustre rival.

La verdad es que hoy pintan bastos. Y ésa creo que, en realidad, es una buena noticia para los cajistas en estas horas previas. Si hay un partido en el que se puede perder, es éste. Si hay un día en el que la grada va a ser más permisiva con su equipo, es hoy. Si hay un día en el que ceder entra dentro de la lógica, es cuando al otro lado de la pista está el rodillo madridista... Y precisamente por esa condición de víctima es por la que se puede soñar con un Unicaja jugando esta noche sin presión, que se guste sobre el parqué y que pueda plantar cara a su rival agarrándose al tópico ése de «mucho que ganar y poco que perder».

Una hipotética derrota la verdad es que complicaría el panorama del equipo en Europa. Es sólo la cuarta jornada de una liguilla de 14 partidos, pero ya se sabe que en la Euroliga ganar en casa es vital. Por eso, un traspié esta noche dejaría sin casi margen de error a los verdes en el Carpena y obligados a sumar fuera de casa al menos un par de partidos. ¿Difícil?, sí, pero no imposible.

Jasmin Repesa podrá contar con todos sus hombres para intentar lo que para casi todos los equipos de España y Europa ha sido esta temporada un imposible: ganar a los blancos. Vuelve a ser duda el pívot serbio Kosta Perovic, aquejado de un problema en el hombro. Los otros dos tocados (Dragic y Williams) estarán en condiciones, salvo que hoy cambie radicalmente su dianóstico médico. Desde luego que el Unicaja necesitará la mejor versión de cada uno de los suyos para poder tener opciones.

El Real Madrid viajó ayer a Málaga con las maletas más cargadas de calzoncillos que de costumbre. Llegaron al filo de las 9 de la noche y permanecerán en la capital de la Costa del Sol hasta la tarde del domingo por culpa de esa repetición del partido, versión Liga Endesa, de este próximo fin de semana.

Al que le guste el baloncesto, desde luego, está de enhorabuena. Ver un Unicaja-Real Madrid es un espectáculo y hacerlo dos veces en tres días, un lujo que le gustaría a cualquier ciudad de España y de Europa. De momento esta noche toca en modelo europeo. Un partido perfecto para crecer. Ganar sería acabar con el mal rato del otro día en el derbi y volver a creer en el equipo. Competir debe ser, al menos, el objetivo mínimo. Ojalá haya sorpresa.