En uno de sus poemas más reconocidos, Rubén Darío escribía aquello de «La princesa está triste..., ¿qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que...». En el Unicaja, en Málaga, la pregunta concierne al «príncipe» Marcus Williams, el desatascador de partidos, el hombre que le ha dado al Unicaja victorias de caché gracias a su talento, a su clase a la hora de resolver y a su «cara» para pedir la bola y meter la última bola, la de la victoria. Desde que liquidó al Barcelona, con un triple frontal en el último suspiro, y le dio al Unicaja su única victoria en el Top 16, frente al Brose alemán (19 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y 19 de valoración en 21:36), Williams no ha vuelto a ser el mismo. Y el Unicaja lo ha pagado.

Al equipo se le han cerrado las persianas en el último cuarto, y ése era territorio de Williams. De hecho, en las tres últimas derrotas, el equipo llegó al comienzo del acto final por delante en el electrónico. Y luego ocurrió lo que ocurrió. Williams ha sido siempre el «electricista» del Unicaja, el encargado de «enchufarlas». Bolas para el «jugón» americano y todos a ver qué inventaba.

El problema ha surgido cuando Williams no ha estado fino. El croata Simon ha tratado de tomar las riendas, pero no sido capaz. En la pintura no hay jugadores que creen juego, todos son finalizadores. Y por fuera ni Vidal ni Urtasun están a día de hoy para esos trotes. Sin el base, el Unicaja se ha hundido.

La incógnita está en saber qué le ocurre a Williams. A qué se debe su repentina ausencia. Los números no engañan, en los seis últimos encuentros, en las seis derrotas consecutivas que acumula el Unicaja, sus números han dado un bajón impresionante. Sus medias han bajado hasta los 5,8 puntos, 1 rebote, 2,3 asistencias y 2,1 de valoración. Para colmo, cuando él está en el campo el equipo acumula un -39.

¿Qué le pasa? La respuesta es, según cuentan desde el mismo vestuario, que está «triste». «A Marcus le ha afectado la marcha de James Gist, pero es profesional y sabe que debe salir adelante», comenta una fuente a La Opinión.

Gist era su «brother» (hermano). Su amigo y confidente aquí en Málaga. Se sentaban en taquillas contiguas en el vestuario y, en los viajes, siempre se les veía a los dos juntos. Grandes auriculares y paseando juntos -a veces con Calloway- por los aeropuertos de España y de media Europa. Ambos congeniaron muy bien y habían hecho buenas migas. Williams, que ahora vive solo aunque su padre le visita con frecuencia, se siente triste y sin la compañía de Gist y su novia, que han hecho las maletas en dirección a Atenas.

A su bajo estado de ánimo se han unido unas molestias en la mano izquierda, la buena, la de tiro, de la que ya informó este periódico justo el pasado domingo.

Sus horas libres las pasa yendo a algún centro comercial (Plaza Mayor le pilla muy cerca y es un habitual) o con videojuegos, algo que hizo, sin ir más lejos, ayer tarde.

Será fundamental que Williams aparque lo sentimental y se centre en lo profesional y en el baloncesto para que el Unicaja tenga hoy más opciones de derrotar al Real Madrid (12.40 horas/TVE), que tras ganar el jueves visita de nuevo el Carpena en apenas tres días.

La segunda vuelta liguera comienza hoy para el peor Unicaja en lo que va de curso. Son ya seis derrotas consecutivas para los hombres de Jasmin Repesa, que hace también seis partidos que no le gana al Real Madrid.

Este Madrid, el de Pablo Laso, llega como una bala. Remontó el jueves en Euroliga, con Sergio Rodríguez y Jaycee Carroll estelares, y hoy quiere refrendar su liderato. Hoy pueden ser Rudy y Llull. El Unicaja lo sabe. Y no puede fallar.

Kosta Perovic será infiltrado para poder jugar ante el Madrid

Los problemas en el hombro de Kosta Perovic, surgidos tras una fuerte caída en el encuentro frente al Panathinaikos, son el único problema físico de cierta importancia que tiene la plantilla del Unicaja. De hecho, el pívot serbio va a ser infiltrado en la zona para poder jugar, aunque es seria duda. Frente al Real Madrid, el jugador forzó y apenas tras 44 segundos en la pista tuvo que retirarse. Se ha ejercitado al margen, para recuperarse, y Repesa espera que pueda ayudar -algo que se resolverá hoy- en caso de que el madridista Begic dé problemas.