«Campana y se acabó», que dirían las Tacañonas del «Un, dos, tres». El Unicaja echa hoy el cierre a la Euroliga, esa competición que cada año es más bonita y emocionante, pero que llama menos la atención en Málaga y entre sus aficionados al baloncesto. Cosa de nuestra típica idiosincrasia. El Martín Carpena echa hoy el telón a un año magnífico en el máximo torneo continental. El Unicaja ha ganado este curso 15 encuentros de Euroliga. Una barbaridad. Los mismos, por ejemplo, que el actual campeón de Europa, el Olympiacos. El Caja Laboral, sin ir más lejos, sólo ha ganado 11. El Efes, 14, uno menos que el Unicaja. Pero los turcos están ya clasificados para el Top 8 y los malagueños nos quedaremos viéndolos por la tele, con la baba resbalando. Cosas del calendario y de los enfrentamientos con el Zalgiris. O de aquel árbitro griego de la maldita zancadilla...

La cuestión es que hoy se pone fin a una temporada con muchas alegrías europeas, que han sido en buena parte solapadas por los problemas del equipo en la Liga Endesa. El equipo ha conquistado Tel Aviv, Madrid, Moscú o Estambul. Algo sobresaliente, sin duda. Pero la única meta de hoy ante el eliminado Alba Berlín es ganar para pujar por el noveno puesto de la competición. No hay ni título ni premios. Pero sí el honor de ser el mejor después del selecto club de los cuartofinalistas del torneo más grande al margen de la NBA.

Repesa aprovechará este encuentro para preparar el duelo del sábado en Tenerife. Aunque no podrá contar con Zoran Dragic, que ayer sufrió un esguince de tobillo y es duda incluso para el sábado. Zoric es el decimoquinto máximo anotador de la competición (12,4 puntos) y Williams es el tercer triplista del torneo, con 48 canastas de 6,75. Esperemos que lo de hoy no sea un adiós, sino un hasta luego.

@Falimguerra