Jayson Granger, base uruguayo, valiosísimo cupo de formación, de 1,88 metros, sólo 23 años y un lustro ya de experiencia en la Liga Endesa, se convirtió anoche en nuevo jugador del Unicaja para las dos próximas temporadas. Granger hace realidad su deseo y, tras un verano de ensueño en el que ha jugado la Liga de Verano de Orlando con los míticos Boston Celtics, seguirá creciendo en Málaga, debutando en la Euroliga y tratando de sacar al Unicaja de la mala racha en la que se encuentra inmerso. Tras un día tenso, de nervios, amenazas, silencios y contactos, el Asefa Estudiantes renunció a ejercer el derecho de tanteo al que la ACB le invitaba, a pesar de deberle al base cinco mensualidades. Así que, tras comunicarlo a la Liga, se hizo oficial pasadas las 21.00 horas.

Han sido unas larguísimas negociaciones que, por méritos propios, se han convertido en el gran culebrón veraniego en el Unicaja. Desde que La Opinión informó, el pasado 30 de mayo del gran interés del club por el jugador, se han sucedido mil y una historias que, finalmente, se resolvieron con final feliz para todos.

El Unicaja tiene ya a su pareja de bases, con Granger y Earl Calloway, petición, este último, de Joan Plaza. Y, además, cumple con los cinco cupos exigidos por la Liga en una plantilla de doce. Granger acompaña a Sergi Vidal, Txemi Urtasun, Fran Vázquez y, por ahora, a Augusto Lima. El objetivo del club ahora es que el brasileño pueda encontrar acomodo en otro equipo, para sí poder hacerse con los servicios de Nacho Martín. Esa operación tiene visos de, al igual que ésta, ir para largo.

El último día para que el Estudiantes anunciara si igualaba la oferta o no del Unicaja fue de locos. La web de este periódico informó puntualmente de cada paso que daba cada parte. Así, pasado el mediodía, un mandatario del Estudiantes telefoneaba a Carlos Jiménez, director deportivo adjunto del club, para comunicarle que el club del Ramiro de Maeztu iba a igualar la oferta presentada por el Unicaja la pasada semana, por dos años de duración y unos emolumentos que rondan los 700.000 euros. La llamada sentó como una bomba en Los Guindos. Se esperaba un movimiento «extraño» estudiantil, pero no de tal magnitud. Sin embargo, el club se mantuvo en su idea y en su planteamiento inicial de negarse a negociar con el Estudiantes.

Decidido que no se iba a indemnizar al Estudiantes, el Unicaja instó al equipo madrileño a igualar la oferta y a quedarse con el base. Mil ideas pasaron por los dirigentes verdes: cambiar la estructura del equipo y fichar un pívot español, sondear el mercado de bases nacionales...

El mensaje caló en el Estudiantes, que también recibió el acoso del jugador. Granger tenía decidido denunciar a su ya antiguo club por la deuda de cinco mensualidades. Especialmente porque se le dijo en su día que no se le pondrían trabas ni inconvenientes para abandonar el club si venía algún equipo poderoso. Granger, como dijo hace una semana en estas páginas, quería jugar en el Unicaja a toda costa. «Mi deseo es emprender un nuevo reto en Málaga», dijo.

También entró en la negociación el agente del jugador, el afamado Regino Olivares. Su empresa de representación de jugadores trabaja con mucha fluidez con el Estudiantes y éste podría ser un obstáculo complejo para mantener esas buenas relaciones en el futuro. También se presionó por ese costado. La suma de fuerzas provocó que el Estudiantes, en una gravísima situación económica, tuviera que aplicarle lógica al asunto y renunciara a continuar contando con un jugador que ha estado ocho años en la casa. El deseo de Granger era echar a volar y mejorar en un equipo con más opciones. Y así lo hará. El chico, que está en Madrid, recibió la buena nueva con entusiasmo y hoy mismo comenzará a hacer las maletas, pensando en su puesta de largo con el Unicaja.

El lunes, presentación. No será hasta el lunes cuando Granger, que ha promediado este curso 11 puntos, 3,3 rebotes, 3,4 asistencias y 12,6 de valoración en 26 minutos, vista de verde por primera vez. Jugará dos temporadas en Málaga y después, su gran meta es tratar de dar el salto a la NBA. Después de pasar el examen médico y firmar toda la documentación, Granger tendrá una pequeña luna de miel, ya que se casó hace un par de semanas con la bailarina Ariana Hafez. Y tras una escapada, el base se concentrará con la selección de su país el próximo mes de agosto para preparar el Premundial en el sector sudamericano.

Los charrúas no tienen demasiadas opciones de clasificación, por lo que el base podría estar de vuelta a Málaga para la segunda semana de septiembre, por lo que podría irse con el grueso del Unicaja a Viella, donde se realizará una concentración sin los internacionales que disputen el Eurobásket de Eslovenia.