La contratación de Vladimir Stimac, que se anunciará en las próximas 48 horas, completará la plantilla del Unicaja 2013/14. Un equipo plagado de caras conocidas, pero sin estrellas. Un plantel hecho al gusto de Joan Plaza que, tras una semana de pretemporada, ha dado ya un paso al frente para convertirse en el gran reclamo del nuevo proyecto cajista.

Son ya demasiados años de peregrinación a ninguna parte y, aunque verano tras verano la afición ha realizado un verdadero ejercicio de ilusión, el mes de septiembre que hoy nace trae consigo un espíritu diferente. Con la sensación de haber compuesto una plantilla realmente compensada y competitiva. Es el equipo de Plaza, como sucedía antaño. En este club las cosas han funcionado cuando una voz autorizada ha dispuesto, siempre dentro de unos parámetros delimitados por el consejo de administración. Bozidar Maljkovic, primero, y Sergio Scariolo, después, han sido los grandes escultores del gran Unicaja. Dos currículums impresionantes y dos caracteres fuertes, respetados y con la máxima autoridad.

El Unicaja ha vuelto a esa ecuación que tantos éxitos le ha dado, tras varias temporadas caminando en círculos. Un presupuesto menos excelso en un marco económico depresivo en la Liga Endesa. Plaza ha sido el principal activo de la inmejorable marca «Unicaja». En Málaga se encuentra el mejor patrocinador del básket nacional, garantía de cobro, y una gran afición. Un reclamo para cualquier jugador, acrecentado con la figura de Plaza, que no ha dudado en dar a cada actor el protagonismo adecuado mediante una llamada telefónica.

El catalán ha construido un nuevo Unicaja. Aunque se hablaba de un proyecto continuista, lo cierto es que hay hasta ocho caras nuevas respecto al pasado curso. Otra vez a empezar. El aficionado que acuda al Carpena sólo reconocerá del pasado año a Earl Calloway, Txemi Urtasun, Sergi Vidal, Zoran Dragic y al capitán Fran Vázquez. Un «quinteto» que estará reforzado por ocho caras nuevas para completar una plantilla con 13 hombres, con Domantas Sabonis como miembro intocable y Dragic y Vidal pujando por un puesto cada semana, salvo que haya alguna lesión.

Ha tenido el club la entereza de recuperarse y reinventarse, pues no estaban previstas las salidas de Luka Zoric ni de Ognjen Kuzmic. Hubo «cintura», imaginación y se actuó sin pánico y con decisión. De hecho, todos los jugadores que han sido fichados en este mercado veraniego tienen dos factores diferenciales, que les hace dividirse en dos grupos. Hay uno muy reconocible, de chicos jóvenes, con proyección, hambre y ganas de comerse el mundo, con mucho que demostrar. Son los casos del base Jayson Granger (23 años), del alero Mindaugas Kuzminskas (23) y del ala-pívot Domas Sabonis (17), más, cuando se fiche, el pívot serbio Vladimir Stimac (26). Se trata de un perfil de jugador similar, para los que Málaga puede ser un trampolín estupendo hacia cotas mayores. En algunos casos, la mismísima NBA. Granger ha estado disputando la Liga de Verano de Orlando y a Sabonis le siguen hasta cuatro Universidades de EEUU.

Grupo para reivindicarse

Y luego, dentro de las llegadas, hay otro grupo muy diferente. Jugadores hechos y con un nombre muy goloso. Han demostrado que pueden jugar en clubes de mayor nivel que el propio Unicaja, pero no han aprovechado la oportunidad y quieren reengancharse a la elite. Es un reto meramente personal, de superación. Son los casos de Carlos Suárez, Nik Caner-Medley y Rafael Hettsheimeir. Los tres provienen de entidades muy poderosas, caso del Real Madrid y el Maccabi. No han firmado un buen curso, han pasado de tener papeles protagonistas a meros secundarios en la escena baloncestística y desean tener de nuevo un papel estelar. Han coincidido en Málaga y creen que el Unicaja es el lugar perfecto para sentirse de nuevo valorados.

Suárez, tras dos malas temporadas en el Real Madrid, incluso ha dejado de ir a la selección. Hettsheimeir, brillante en el CAI hace dos años, ha sido el último en la rotación interior madridista y ahora busca más minutos. Y Caner-Medley, en el quinteto ideal de la Liga Endesa hace dos temporadas con el Estudiantes y en el de la Eurocup hace un año con Valencia, no ha rendido a buen nivel en el Maccabi, así que vuelve a España, a su «segunda casa», como él mismo admitió en su puesta de largo cajista.

Y luego hay otro perfil, un rara avis: Ryan Toolson. El americano, único extracomunitario de la plantilla verde, tiene ya 28 años, ha pasado por las Liga de Italia y Turquía, ha mezclado triunfos (Pinar Karsiyaka y Aliaga Petkim) con sinsabores (Benetton Treviso), y llega por primera vez a un gran equipo, donde debutará en la Euroliga. Su magnífica campaña en el Gran Canaria (14,2 puntos y 45,1% en triples) le hizo ser el gran objetivo cajista y fue el primer fichaje.

En sus primeras declaraciones, Plaza, lejos de meter presión al equipo, ha tirado de realidad. El objetivo no es estar en el Top 4 de Liga y Copa, sino regresar a los play off, tras dos años de ausencia, y meterse en la Copa por méritos propios. Claro que por presupuesto y plantilla hay que ser exigentes y serios, pero desde la «humildad y el trabajo diario», como ha recalcado el coach.

Su mensaje está calando en una afición desilusionada con los últimos acontecimientos, pero que ha vuelto a recuperar el ánimo tras contemplar el «baile» en el mercado veraniego y el equipo, capitaneado por Plaza, que se ha compuesto: fiable, competitivo y hecho más con realidades y necesidades, no por catálogo.

Los casi 6.000 abonados seguro que se incrementan durante este mes, una vez que el equipo regrese de Viella (se concentra del 9 al 15) y comience a disputar amistosos y a generar expectación. Y es que aún falta casi un mes y medio para que arranque la Liga Endesa. Este año, por fin, parece que sí. ¡Ya toca!