Carranque tiene la llave. El vetusto pabellón malagueño, donde muchos jugadores de baloncesto de la ciudad dieron sus primeros pasos, se abre hoy de nuevo al deporte de la canasta para albergar el debut en casa del Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón. El cuadro de Francis Tomé, que se estrenó con derrota en la LEB Oro el pasado viernes en Melilla (70-66), vive hoy su puesta de largo en su nueva pista.

Tras un periplo por Vélez, Rincón de la Victoria, Benahavís, Torre del Mar y la pista de Los Guindos, el proyecto de Manolo Rincón y Paco Aurioles quiere echar raíces en Carranque, donde muchos comenzaron sus sueños. Y aquí quiere el cuadro malagueño crecer y prosperar.

El comienzo en Melilla respondió a las expectativas. El Clínicas peleó, pero fue irregular y le faltaron muchos detalles. Nada raro, porque era el primer encuentro que disputaba el equipo. Tras un verano convulso, en el que el proyecto estuvo a punto de desaparecer, el club se rehizo a la carrera. Y durante la pretemporada apenas ha podido trabajar junto, ya que el Unicaja de Joan Plaza ha echado mano de las jóvenes promesas del equipo vinculado.

Alberto Díaz, Pepe Pozas, Luis Conde, Dejan Todorovic, Malick Fall o Maodo Nguirane han tenido más sesiones de trabajo con los «mayores» que a las órdenes de Tomé. Y eso, evidentemente, se nota. Así que lo de Melilla fue la primera prueba con el grupo al completo. Y los «niños» del Clínicas desafinaron muy poco, porque compitieron y lucharon, pero se dejaron la victoria final.

El rival en la puesta de largo de Carranque será el Quesos Cerrato Palencia, con los veteranos Urko Otegui y Guillermo Rejón a la cabeza. Un equipo complicado, que venció en su debut de la pasada semana al Força Lleida por 57-52.

Hay más de 500 abonados ya y se espera una buena entrada hoy en Carranque, aunque es sólo la primera aproximación del equipo a su nueva casa y seguro que el aforo irá aumentando conforme avancen los partidos. «Espero que podamos llenar el pabellón y que ganemos», se sinceró ayer el presidente, Manolo Rincón. «Seguro que vamos a vivir magníficos viernes deportivos en Carranque. Vi al equipo en Melilla y disputó el partido hasta última hora. Cometimos errores, pero vi una magnífica actitud, y en la vida la actitud es todo, y si nos unimos y trabajamos como un equipo podremos cambiar el mundo».