Un parcial en contra de 25-4, entre el final del tercer cuarto y el principio del último acto, condenó ayer al Unicaja a la derrota en su estreno continental 2013/2014 en El Pireo. Los de Joan Plaza fueron mejores que el Olympiacos durante 28 minutos, pero se quedaron sin fuerzas a la hora de la verdad, justo cuando había que rematar al rival. Y el que perdona en la Euroliga, lo paga. Ayer quedó más que claro.

La verdad es que fue una pena. Asaltar la guarida de los rojiblancos pareció posible varias veces durante el partido. Un 6-14 al principio, un 26-33 al descanso y un 35-45 en el minuto 28 parecían la antesala de una noche continental para el recuerdo. Pero esa maldición que persigue al Unicaja cada vez que asoma el morro por el barrio portuario de la capital griega se cebó con los de Plaza en un esprint final en el que acabaron bailando al son del campeón de Europa, bastante lejos -por cierto- de su mejor nivel.

Había ilusión en la expedición cajista por firmar un arranque «especial» en una de las canchas más importantes del Viejo Continente. Ganar habría sido, desde luego, poner el grupo patas arriba desde la primera jornada. Pero a este nivel no se puede regalar nada y el Unicaja no supo o no pudo finiquitar a su enemigo cuando lo tuvo groggy contra las cuerdas y con la toalla blanca asomando desde su banquillo.

La derrota, eso sí, no empaña la buena imagen general de los de Plaza durante los tres primeros cuartos. El equipo, resultado final al margen, parece en buena línea, apunta a plantel competitivo y tiene pinta de que va a dar más alegrías que penas este curso. Soñar con volver a estar luchando por todo no es ninguna quimera, aunque visto lo visto ayer, todavía falta mucho trabajo a mediados de este mes de octubre para aspirar a retos como el de asaltar la cancha de todo un «requetecampeón» continental.

Además, la derrota de anoche no supone ningún traspié para los verdes en esta liguilla de 10 partidos en el que los cuatro primeros pasarán al Top 16 y los dos últimos se reengancharán a la Eurocup. Se puede decir que perder en la pista del Olympiacos entraba dentro de lo «políticamente correcto». Y es que la guerra de los de Plaza habrá que orientarla a ser uno de los tres mejores del resto del grupo (Galatasaray, Bayern Múnich, Siena y Zielona Gora). La lógica dice que los alemanes y los polacos llevan las de perder, pero en un sistema de competición tan rápido cualquier revés es casi irrecuperable y cualquier machada es como un pseudopasaporte hacia la fase siguiente. Así que habrá que hilar muy, muy fino de ahora en adelante.

Los 40 minutos de este estreno continental me dejan la duda razonable de saber qué habría pasado ayer si Ryan Toolson hubiese jugado contra los rojiblancos. También hubiera sido muy interesante tener a Txemi Urtasun en modo «on», pero destaco especialmente lo del tirador americano porque esos 12-14 puntos que el exescolta del Gran Canaria anota sin despeinarse podrían haber cambiado anoche los rostros de unos y otros después del bocinazo final. A lo mejor las risas habrían estado vestidas de blanco y verde y la tristeza se habría teñido de rojiblanco. Eso ya nunca lo sabremos.

En un día especial para muchos cajistas, que se estrenaban con el equipo en Europa, hubo luces y sombras casi a partes iguales. Granger, por ejemplo, fue el mejor de los bases. Con él en pista el equipo jugó con más criterio que con un Calloway lejísimos de su estado ideal. Preocupante lo del base con pasaporte búlgaro. Suárez fue el mejor de los «novatos», ayudó en el rebote, anotó y peleó todas las bolas. Hettsheimeir también demostró que puede ser de gran ayuda y que tiene buena mano desde el 6,75. Los otros tres fichajes, sin embargo, estuvieron por debajo de lo esperado. Sobre todo Kuzminskas, desconocido y despistado a partes iguales. Nada que ver con el joven rubio descarado de melena al viento del Zalgiris. Stimac jugó poquito y no mejoró las prestaciones de ninguno de sus compañeros interiores y Caner-Medley hizo 1/7 en tiros de 2 y 0 de valoración, con lo que hay poco más que decir de su aportación. Domas Sabonis jugó casi 11 minutos en un debú en el que hizo, simplemente, lo que pudo.

Dos veteranos que sí brillaron fueron «Zoki» Dragic -majestuoso en la primera mitad- y un Fran Vázquez que firmó dobles figuras, 12 puntos y 10 rebotes.

Hoy, viaje Atenas-Sevilla, vía Roma y Málaga. Mañana espera el Cajasol en la Liga Endesa. Y es que esto ya es un no parar.

Ficha técnica

Resultado: Olympiacos, 69 - Unicaja, 61. (26-33, al descanso).

Olympiacos: Spanoulis (13), Printezis (9), Mantzaris (3), Perperoglou (4) y Simmons (4) --quinteto inicial-- Dunston (3), Sloukas (8), Lojeski (12), Petway (13) y Law (-).

Unicaja: Granger (4), Dragic (12), Caner-Medley (9), Suárez (8) y Hettsheimeir (8) --quintento inicial-- Vidal (2), Calloway (3), Kuzminskas (-), Vázquez (12), Conde (-), Sabonis (2) y Stimac (1).

Parciales: 18-22, 8-11, 18-12, 25-16.

Árbitros: Ryzhyk (UKR), Viator (FRA) y Juras (SRB). Sin eliminados.

Pabellón: Pabellón de la Paz y la Amistad. 7800 espectadores.