«Estoy orgulloso de Domas», aseguró ayer Arvydas Sabonis, mito del baloncesto europeo y orgulloso padre de Domantas, que con 17 años debutó ante su público en la máxima competición continental, semanas después de ser el jugador más joven en vestir la camiseta verde ante el Estudiantes en la ACB.

Y es que el lituano no quería, bajo ningún concepto, faltar a una cita tan importante en la carrera de su hijo, que pese a su juventud apunta muy alto. «Estoy muy orgulloso de él, para no estarlo... ¿tú no lo estarías?», comentó un simpático Sabonis a su entrada en el Martín Carpena, donde siguió el encuentro desde uno de los palcos vips situados detrás de una de las canastas, al lado del banquillo cajista.

«Yo siempre he dicho que si de tres hijos uno sale bueno, perfecto... (risas) y ese uno de momento está aquí», indicó el mítico pívot exjugador del Real Madrid y de los Portland Trail Blazers de la NBA.

Hasta ayer, «Sabas», posiblemente el mejor baloncestista de Europa con el permiso del malogrado yugoslavo Drazen Petrovic, sólo había visto la progresión de su vástago en el Unicaja por televisión y se mostró encantado de acudir al pabellón para ver a su hijo en acción, al que pudo ver sobre el parqué a tres minutos del final del primero cuarto.

«Mi padre no jugaba baloncesto por eso yo no conozco esa presión que tiene mi hijo. Yo lo he visto bien. Está luchando, ha cogido algunos rebotes importantes».

Sin muchos gestos, Sabonis estuvo atento a cada paso, a cada acción de «Domas», que quizás ayer notó un poco la presión de tener a su padre entre las gradas viéndole jugar. No es la primera vez que lo hace, pero sí en un partido al máximo nivel.

«Todavía tiene mucho que trabajar, el gancho, el tiro... todo. Es normal, veremos cómo trabaja aquí», explicó el padre, que ve que su hijo tiene los pies en el suelo pese a llegarle la fama de golpe tras su pronta eclosión en el baloncesto profesional. «Él está tranquilo, no tiene pájaros en la cabeza y eso es importante».

Y no despejó la duda de si Domantas seguirá el año que viene en el Unicaja o se marchará a alguna Universidad en Estados Unidos. «Primero tiene que jugar aquí, veremos qué pasa... Lo mismo aquí no hace nada y no lo quiere ningún equipo», sentenció «Sabas».

En cuanto al Unicaja, Sabonis expresó que todavía es pronto para juzgar al equipo, aunque de momento «está jugando muy bien». «El Unicaja creo que tiene mejor equipo que el año pasado y veremos qué pasa, todo va a depender de los resultados».

Por otro lado, en las gradas del Carpena también se pudo ver a Curro Segura, segundo entrenador del Unicaja la pasada temporada con Jasmin Repesa al mando, que disfrutó del partido como uno más.