Dicen que una imagen vale más que mil palabras... pues ahí van dos que demuestran que el final del partido del pasado domingo entre el Unicaja y el Valencia Basket (71-74) pudo tener un desenlace bien distinto si los árbitros hubieran visto la evidente falta personal que el base visitante Sam Van Rossom hace al ala-pívot verde Nik Caner-Medley, tras un robo de balón de éste, dentro del medio minuto final del choque.

Faltaban exactamente 27 segundos para el bocinazo final y el marcador reflejaba un 69-71, cuando el jugador cajista corría hacia la canasta valenciana, tras un robo de balón. Pero su carrera fue inmediatamente interrumpida de la manera que se ve en las fotografías que acompañan esta información por el base belga gracias a un golpe en el costado que impidió a NCM poder controlar el balón.

Los tres colegiados, Pérez Pizarro, Peruga y Soto, se tragaron la acción antirreglamentaria del jugador del Valencia y el equipo de Velimir Perasovic aprovechó el regalo para ganar en el Carpena, ante el enfado monumental de la grada y las quejas de Joan Plaza y de todos los jugadores costasoleños.