"Estoy muy contento", alcanzó a decir Joan Plaza, embargado por el triunfo, pero tratando de dejar claro que el camino es muy largo, que el equipo "va a crecer" y que tiene ganas "de hacer algo bonito este año". "Es muy fácil hacer valoraciones rápidas y aunque me tildéis de cenizo, hay que tener los pies en el suelo. Tenemos que mejorar nuestra autoestima, todos. No somos ni mejores ni peores y hay que sacar partido. Tenemos buen equipo y gente con devoción por lo que hace. Hay que tener calma. Las cosas se cuecen con paciencia. No podemos ser flor de un día. Esta noche ha sido muy bonita, pero perderemos partidos, seguro. Hay que tener la implicación que habéis percibido. El equipo no ha bajado la guardia y que jugadores que han de ser intocables y no sé qué, hay que girar el grupo para que compita hasta el final para competir ante un rival brutal como éste. El grupo está bien armado, hay ganas de trabajar y de hacer una buena temporada. ¿El límite? Lo tenemos claros, hemos de ayudar, no inventar historias... Hay gente deseosa por hacer cosas. Todos juntos haremos las cosas bien, creciendo y admitiendo errores", relató Plaza.

El técnico, tras su primer análisis de la situación, se fijó en el partido, en el increíble triunfo sobre el Fenerbahce turco por 89-75. "Estoy muy contento. La gente ha estado tensa y con energía, al principio o al tercer cuarto. Hemos estado ahí, cuando Kleiza anotó o cuando su número 10 que no sé como pronunciarlo anotó triples (Melih Mahmutoglu). No somos los Lakers, somos el Unicaja y a mucha honra. Yo anoche fui al Pimpi, pero no voy a repetir. Porque mañana estaremos aquí serios para trabajar", prosiguió.

"A veces el equipo no ha mostrado su total capacidad, y ha sido culpa mía. Yo dije que debíamos ser humildes y ambiciosos. El equipo viene de ser noveno y ahora estamos en un cambio a una nueva etapa. Hace unas semanas ganamos en Manresa o Fuenlabrada, aunque se minimice, y al equipo aún le falta madurez y se adquiere con el tiempo. La madurez se adquiere, no se compra. El grupo tiene ganas de hacer algo bonito este año", explicó el entrenador malagueño.

Luego entró a enjuiciar nombres propios, comenzando por Zoki Dragic: "Cuando llegué aquí, la gente que le conocía me dijo que este tío te va a gustar, que era de mi perfil. Yo jugué ante él con el Zalgiris y él necesitaba jugar, crecer y asumir errores. Es todo pasión, una bestia física. Ha de controlar los impulsos y estamos logrando que no se confunda y se limita a hacer lo que sabe bien. Si lo cuidamos bien, nos puede dar grandes temporadas, por su trabajo y porque contagia a los demás. Lo bueno está por venir".

Respecto a Vladimir Stimac, que hoy firmó 10 puntos y 8 rebotes, señaló: "Stimac me dijo que tiene una anotación en su casa de un corte de periódico donde se decía que era poco menos que un desecho y yo me he encargado de recordárselo. Hay que tenerle atado y no subirle a los altares. ¿Si me ha sorprendido? Es muy cariñoso, muy extrovertido, hay que tenerle enjaulado para que no se desmadre".

Lo peor del partido fue la lesión de Fran Vázquez. El jugador sufrió una torcedura en el tobillo izquierdo. "Mañana lo sabremos. Lo que me han dicho los fisios está para saber si es grado uno o dos". Respecto si estará o no para la Copa del Rey, del 6 al 9 de febrero, dijo: "Hace 10 días él también tenía el tobillo mal y quería jugar, y él tiene algo: amor propio y deseo. Está disfrutando".

Respecto a la actuación arbitral, señaló: "Creo que es difícil ser árbitro y pitar estos partidos porque viene un equipo con caché de Final Four y con el entrenador con más títulos y uno de los equipos más ricos de Europa. Al final ha pasado algo que por más que hagan no han podido alterar el resultado. Hasta en cinco ocasiones mis jugadores han ido al suelo y los árbitros".

Por su parte, Zeljko Obradovic, el técnico del Fenerbahce, resumió: "Hemos perdido en la última parte, en momentos clave no acertamos en defensa ni ataque y cuando juegas 36 minutos igualado y al final pierdes por 14 no es bueno. Enhorabuena a Málaga, que juega con muchísima agresividad", dijo.

El entrenador serbio, el más laureado del Viejo Continente con ocho títulos en la mejor competición continental, dijo que se aprende con encuentros así. "Intentas ganar el partido y tengo algo de experiencia porque les dije que cada posesión era importante. Fue igual contra el Olympiacos. En la vida se aprende de los errores. Ahora seguimos, igual con 0-3 que si tuviéramos 3-0. No nos podemos matar. Hay que estar arriba y jugar bien. Pierdes un partido y piensas en el próximo, esto es así", finalizó.