No tiene estatus de estrella aunque es vital en el doble campeón de Europa. La discreción de nuestro protagonista hace que si preguntamos a los aficionados por los 4 ó 5 mejores jugadores del Olympiacos muy pocos reparen en su presencia. Eclipsado por grandes estrellas, antes en el Panathinaikos y ahora en el cuadro rojiblanco, este macedonio nacido en Drama, una pequeña localidad en el noroeste griego de poco más de 40.000 habitantes, ha ganado importancia en los esquemas de Bartzokas hasta el punto de convertirse en el MVP del mes de diciembre de la Euroliga.

Stratos Perperoglou es un talento humilde. La pasada temporada vivió a la sombra de las grandes estrellas del Olympiacos y era el suplente de Papanikolau, aunque cuando llegaban los momentos importantes siempre estaba ahí. Su aportación fue clave en la última Final Four tanto ante el CSKA en las semifinales, como en la final ante el Real Madrid donde anotó 10 puntos en 12 minutos. La eficacia es otra de sus virtudes. En el mes de diciembre en la Euroliga anotó el 80% de sus tiros de 2 y el 70% de sus tiros de tres. Ni siquiera la salida de Papanikolau le ha hecho titular indiscutible.Sólo ha salido de inicio en 5 de los 14 partidos jugados por el equipo de El Pireo, pero despreciar a Perperoglou en la cancha suele ser sinónimo de derrota.

En su vida personal es igual de discreto. Casado con una ex jugadora de la WNBA, Erin Buescher, es un jugador extremadamente religioso. Afirma que le hubiera gustado conocer a Jesucristo y planea con su mujer trabajar como misioneros una vez que terminen sus respectivas carreras. Su mujer, que habla perfectamente español, compró en 2006 un terreno cerca de una playa en Costa Rica y planean retirarse en el país centroamericano. Erin Buescher incluso va más lejos al afirmar que comprarán una tienda de venta de café en la zona para regentarla mientras disfrutan del surf. Ella es miembro de una organización de surfistas cristianos.

Perperoglou sabe lo que es ganar. En su palmarés tiene tres Euroligas, cuatro ligas y una medalla de bronce en el Europeo de 2009. Pero también sabe ser importante desde la sombra. No en vano su gran ídolo no es un jugador griego sino el argentino Manu Ginobili. Toda una demostración de intenciones. Joan Plaza, para ganar en El Pireo, deberá parar a Spanoulis, Printezis, Dunston, Lojeski? pero cometerá un error si se olvida del discreto Perperoglou.