La adaptación de Domantas Sabonis sigue, paso a paso, su curso. A sus 17 años, el ala-pívot completa un aprendizaje muy especial. Por la mañana sigue yendo al instituto, porque la condición que ha puesto su madre para que forme parte de un equipo profesional es que no descuide sus estudios. Y por la tarde es el primero en llegar al Martín Carpena y el último en irse a casa. Tiene un plan de trabajo muy especial. Trabaja de forma individual antes de comenzar la sesión con el resto de sus compañeros. Y con los «mayores» aprende y se empapa de todo. Para él es todo un lujo poder compartir pista y vivencias con jugadores del nivel de Nik Caner-Medley, Fran Vázquez o Vlade Stimac.

Sabonis está contando para Plaza. No ha jugado 5 encuentros de los 31 que ha disputado ya el equipo, pero cuando salta a cancha tiene una media de 9:34 minutos, en los que promedia 2 puntos y 2 rebotes. La ausencia de respeto arbitral le está cargando rápido de faltas. Y, en buena forma, está acusando el salto de la LEB Plata a la Euroliga y la Liga Endesa. Aunque no tiene problemas ni peca de timidez. Sin ir más lejos, el domingo saludó al Real Madrid con un mate que se ha colado entre las jugadas más espectaculares de la jornada. Y Domas está encantado, aunque en el fondo de su corazoncito echa mucho de menos al equipo en el que se crió y se formó en Los Guindos, a los compañeros de toda una vida, que ahora están en edad júnior. Por eso, el jugador ha mostrado interés en poder ayudar a los chicos con los que ha compartido tantas y tantas vivencias. Ha hablado con el cuerpo técnico para poder disputar algún partido con los júniors y tiene luz verde.

Al pequeño de la saga le sorprendieron hace un mes cuando se formalizó su inscripción, junto al equipo júnior del Unicaja para el prestigioso Torneo de Hospitalet. El Unicaja jugó el sábado día 4 por la tarde-noche en Manresa. Domas, además, no saltó a la pista en ese encuentro. Cuando acabó el duelo tenía un coche esperándole para llevarle a Hospitalet, donde el equipo disputaba el domingo, a las 9.30 horas, el choque de semifinales contra el Olimpija Ljubljana de Eslovenia.

A pesar de estar inscrito y de que su nombre y su ficha constaban en la documentación previa que envió el club, como Domas no había jugado los partidos previos y no había estado inscrito en el acta, el torneo decidió no permitirle jugar. Una decisión que privó al cajista de cumplir con uno de sus objetivos: ayudar a sus amigos.

El Unicaja júnior superó la ausencia de su mejor jugador, del que está huérfano todo el curso, y logró plantarse en la final tras vencer por 76-66. En el encuentro definitivo, ante el Real Madrid, el Unicaja no pudo hacerse con el título: 56-62. Quizá con Domas la cosa hubiese sido muy diferente.

Lo cierto es que esta historia abre una ventaja para que el «torremolinense» nacido en Portland y de sangre lituana dispute varios encuentros con el júnior. Plaza no quiere distraerle y se entrenará sólo con el Unicaja. Eso sí, quizá pueda jugar también con el Clínicas Rincón al final de curso o si el equipo se mete en play off, algo que parece próximo. Lo que es seguro es que echará una mano al conjunto júnior cuando lleguen los momentos «calientes» del curso: Campeonato de Andalucía y Campeonato de España.