No fue ni mucho menos el culpable de la derrota ante el Olympiacos. Ni siquiera, uno de los principales responsables. Pero lo cierto es que la actuación de Sergi Vidal, reconvertido de urgencia al puesto de base para cubrir la baja de Earl Calloway, ha abierto un sano debate sobre la idoneidad de que el alero catalán ocupe esa posición tan específica. Y máxime estando en nómina Alberto Díaz. E incluso el otro base del Clínicas Rincón, Pepe Pozas.

El Unicaja no dio la talla en El Pireo y su ataque fue un verdadero caos. Jayson Granger no le dio el ritmo adecuado al equipo. Y Vidal, ajeno a ese puesto, provocó aún una mayor lentitud en la circulación de balón. El ataque fue menos fluido. No se encontraron soluciones individuales y el Olympiacos se aprovechó, dejando al Unicaja en sólo 55 puntos, su peor anotación de la temporada.

Plaza tuvo muy claro desde que supo el verdadero alcance de la lesión de Calloway, que estará tres semanas de baja por un esguince de grado dos en el tobillo, que la opción de Vidal era la más atractiva para él. El veterano jugador catalán conoce bien el juego, hace una lectura adecuada de cada acción y puede subir la bola y marcar jugadas. También se tanteó la opción de Txemi Urtasun, pero Plaza ni quiso ni quiere quitar de circulación a un tirador.

El problema es que el encuentro ante el bicampeón de Europa no es precisamente el mejor escenario para probar o para improvisar. Ellos no perdonan. Y así lo hicieron. Quedaron al descubierto las lógicas carencias de Vidal en esa posición de «uno». ¿Qué hacer entonces?

Plaza tiene opciones en la recámara. El técnico tiene la inmensa fortuna de contar con una plantilla de 13 jugadores en el primer equipo más otra al completo en el Clínicas Rincón, equipo vinculado al Unicaja. Y Alberto Díaz, que tiene contrato con el Unicaja y juega a préstamo en el Clínicas, ha entrado ya en la dinámica del equipo. Se entrenó esta semana y ha viajado a Atenas y desde ayer se encuentra en Madrid, con el resto de la expedición verde, para jugar mañana contra el Estudiantes.

¿Está preparado el «Pelirrojo» -como le llaman cariñosamente sus compañeros- para manejar las riendas del Unicaja? Hace dos temporadas, Luis Casimiro decidió prescindir de Rowland y le dio galones a Alberto. El base malagueño cumplió a la perfección. Acumula, de hecho, 10 encuentros con el primer equipo. Y este verano fue uno más en la pretemporada del primer equipo, con Plaza.

Con el Clínicas Rincón ha disputado los 17 encuentros de la temporada en LEB Oro, con una media de 26:13 minutos, sumando 7,2 puntos (39% en triples), 1,9 rebotes, 2,5 asistencias y 7,6 de valoración. Es más, Plaza tiene incluso otra opción más, la de Pepe Pozas. El también malagueño es un perfil diferente de base: menos agresivo y peor defensor, pero con más talento, imaginación y capacidad para anotar. Pozas promedia este curso, también en 17 choques, 8,6 puntos (34% de tres), 2,5 rebotes, 2,1 asistencias y 9,4 de valoración.

¿Dará el paso Plaza? ¿Se atreverá a prescindir de un jugador de la trayectoria de Vidal para apostar por la juventud de Díaz? He ahí la cuestión. La decisión del entrenador podría causar un pequeño problema interno, en el vestuario. Dejar sin vestir a un jugador profesional, en una plantilla de 13 hombres, es una decisión muy compleja.

Desde luego que si Plaza quiere probar al base canterano antes de la Copa, el encuentro ante el Estudiantes (mañana a las 12.30) parece el idóneo. El equipo madrileño venderá cara su derrota, pero no tiene la exigencia, ni mucho menos, de Olympiacos o Real Madrid, los últimos rivales del Unicaja.

Si el entrenador decidiera dar entrada a Díaz deberá sacar de la lista a un jugador que, en principio, sería el propio Vidal. Plaza ha alternado entre Txemi Urtasun y Vidal a la hora de prescindir de un jugador, con el navarro fuera en la Euroliga y el catalán en la ACB. El equipo se entrenó ayer y hoy volverá a hacerlo. Entonces decidirá.