Son unos 800, pero parece que toda Vitoria ha desembarcado en Málaga para apoyar al Laboral Kutxa en la Copa del Rey. La afición del Baskonia es, sin duda, la más ruidosa y vistosa de las siete que estos días invaden la ciudad para el torneo copero. La más numerosa es la hinchada blanca del Real Madrid, pero se queda pequeña con la pasión y la intensidad que derrochan los vascos, auténticos animadores durante el día y la noche en el Centro Histórico malagueño.

Desde el jueves, los hosteleros malagueños hacen su particular agosto debido a las miles de personas que ha arrastrado la Copa del Rey a nuestra ciudad hasta mañana domingo, cuando será coronado el nuevo campeón copero. Hasta entonces, Málaga se ha convertido en un gigante arco iris conformado por los colores de las siete aficiones de los equipos presentes en el torneo ­-Real Madrid, FC Barcelona, Valencia Basket, Laboral Kutxa, CAI Zaragoza, Herbalife Gran Canaria e Iberostar Tenerife-, además del Unicaja, cuyos aficionados miran con envidia sana la felicidad de las aficiones que aún siguen vivas en el torneo del K.O.

En esta amplia variedad de colores destacan los azulgranas de la afición del Baskonia, que pese a no ser la mayor en cuanto a número, es la que se lleva el premio a la más animada de todas, tanto fuera como dentro del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, que desde el jueves han hecho suyo pese a caer ayer con el Valencia.

Al igual que lugares emblemáticos del Centro Histórico, como la Plaza Mitjana, que tanto la noche del jueves como la de ayer, pareció la Plaza de la Virgen Blanca vitoriana.

La rivalidad entre aficiones es máxima, pero siempre dentro de la deportividad. Ni una pelea, ni un mal gesto. Mucha guasa y buen rollo que demuestra que la crispación y la violencia en el fútbol está completamente fuera de lugar.