El título de Copa Korac en 2001 abrió la vitrina reservada a los grandes título en Los Guindos, la Copa del Rey de 2005 llenó de júbilo la ciudad, la Liga ACB en 2006 supo a revancha y a guiño de la historia, y la Final Four 2007 fue una sensación diferente a todas: habitar en un terreno prohibido, izar la bandera en un coto privado de unos pocos grandes, grandísimos clubes de Europa. La Euroliga es lo más especial que puede vivir un equipo y una afición. Es un sueño en toda regla. Y el Unicaja tiene en su mano seguir alimentando esa dulce sensación, un logro ganado a pulso en un Top 16 terrorífico en el que los malagueños están dando la cara y brillando a un nivel excepcional.

La Final Four de Milán 2014 queda muy lejos. Pero el mero hecho de tener fundadas razones, como ocurre ahora, para poder imaginar al Mediolanum Forum de Milán con el escudo del Unicaja en su fachada, como ocurrió en su día con el OAKA de Atenas, impresiona. Es una imagen que eriza la piel y que permite que vuele la imaginación de cualquier seguidor verde. Porque el Unicaja está, por méritos propios, en la carrera del Top 8, y hoy dormirá en la cuarta posición del grupo -dentro de los cuartos- si gana al Efes, tras las derrotas ayer de Olympiacos y Fenerbahce.

Del Unicaja depende. Que no es poco. Otros, como el Laboral Kutxa, por ejemplo, ya no pueden decir lo mismo. El Unicaja sí. El Unicaja está en el buen camino. Y quiere seguir en él, quiere ser cuarto, imponiéndose esta noche (20.45 horas) al Anadolu Efes de Estambul. Es una final en toda regla para los turcos. Si pierden están virtualmente fuera del Top 8. Así que llegarán con mucha presión y con la obligación de ganar en Málaga.

Claro que el Unicaja sabe que, sacando adelante los encuentros de casa (Efes, Barcelona, Olympiacos y Milán) tendrá su pase a la siguiente fase continental en el bote. Sólo una vez pudo clasificarse el cuadro malagueño para la antesala de la Final Four. Sería la segunda ocasión. Algo increíble.

Unicaja con bajas

El Unicaja ya venció en el Abdi Ipecki estambulí y debe volver a hacerlo hoy en el Martín Carpena. Joan Plaza no tendrá ni a Txemi Urtasun ni a Sergi Vidal ni a Rafael Hettsheimeir para la batalla de hoy. Tres ausencias en una plantilla de 13 hombres. Siempre una ausencia es negativa, aunque viendo las cifras, los números y la participación de los tres en los esquemas de Plaza son las menos dolorosas. En el perímetro tienen mayor protagonismo Toolson, Dragic, Suárez y Kuzminskas. Además, hoy se vestirá de corto Dejan Todorovic.

El joven serbio no va con el Clínicas Rincón a Burgos y se queda para reforzar al primer equipo, porque «Zoki» Dragic llega algo renqueante. El esloveno se dobló el tobillo en el tercer cuarto del choque del domingo ante el Barcelona. A pesar de todo podrá jugar hoy e incluso Plaza dijo ayer que lo podría alinear en el cinco inicial para que el tobillo no se enfriara en el banquillo y el escolta tuviera buenas sensaciones desde el mismo salto inicial. Que esté Dragic siempre es tranquilizador.

Sobre todo porque en el Efes, sin Scooty Hopson, llega con el excajista Kostas Vasileiadis, una auténtica ametralladora, que se ha ganado minutos sin el americano y que seguro que querrá rendir a buen nivel en el Martín Carpena.

Por dentro, el trío Caner-Medley, Fran Vázquez y Vlade Stimac contará con el apoyo de Domas Sabonis. El joven «torremolinense» ya sabe que el Unicaja quiere atarle cuatro temporadas, aunque aún debe decidir si opta por seguir en Málaga o marcharse a la NCAA. En su duda tendrá la opción de seguir jugando al máximo nivel.

El Martín Carpena tiene hoy mucho que decir. En su mano también se sustenta el sueño del Top 8. Una opción real, tan real como que hoy a las 20.45 el Unicaja juega en casa. Cita obligada para todos los paladares de la canasta.

Plaza y sus bodas de oro

El entrenador catalán del cuadro cajista vivirá un encuentro muy especial, porque en su carrera profesional ha ganado ya 49 partidos en la Euroliga. Plaza logró 26 triunfos con el Real Madrid, otros 14 en el Zalgiris Kaunas y ya suma nueve con el Unicaja. Si logra acabar hoy el encuentro con una sonrisa en la cara sumará en su casillero 50, una cifra redonda, sus «bodas de oro» con el triunfo en la máxima competición continental. Algo bonito en el currículum del preparador verde.

Los turcos están muy necesitados. Han perdido los tres últimos partidos de este Top 16, ante Olympiacos (78-60), Fenerbahce (63-71) y FC Barcelona (84-89) -en la prórroga-. El cuadro costasoleño fue capaz de vencer en Estambul en la primera vuelta (72-74), ante un rival algo anárquico, repleto de calidad y talento, pero con poco espíritu de equipo. O sea, todo lo contrario al Unicaja, donde prima el bloque y el equipo por delante de las individualidades.

Hoopson, que ha promediado 15 puntos en su etapa en el Efes, ya no está en el equipo. Vasileiadis ha asumido más protagonismo y ahora Gordon actúa casi exclusivamente de escolta, teniendo también más repercusión el juego de Planinic, que ha mejorado en este último mes. No será fácil. Nadie dijo que lo fuera, pero la recompensa es colosal: estar de lleno en la pelea por el Top 8. Un sueño que puede hacerse realidad.