Derrotados en Atenas, pero con la cabeza muy alta. Así deben sentirse hoy los jugadores verdes. El Unicaja ha luchado hasta la penúltima jornada de la liguilla por el pase a cuartos de final. Lo rozó con los dedos hace tres semanas, justo antes de la visita del Barça al Carpena, pero al final se ha escapado por diversas circunstancias... y algunas no estrictamente deportivas. La próxima semana, el Top 16 echará el cierre, el viernes, en el Palacio. El último partido europeo de esta temporada 2013/2014 será contra el sorprendente EA7 Milán, que tampoco se jugará nada en el cierre de la liguilla en Málaga, tras lograr su pase a cuartos como segundo de grupo.

Pero no hace falta esperar una semana más para hacer balance de la «eurotemporada». Es verdad que los números no son nada espectaculares, pero la imagen sí dice que el Unicaja ha firmado una gran temporada continental. Al menos, de «notable». Los verdes fueron terceros en su grupo de la primera fase y ahora van a ser quintos o sextos en el Top 16. Lástima no haber sumado una victoria más en esta segunda liguilla, que habría valido para seguir con vida ante la cita contra los milanistas. A falta del partido contra los italianos de la próxima semana, el Unicaja suma esta temporada 23 partidos jugados en la Euroliga. Disputó 10 en la primera fase, con un balance equilibrado de 5 victorias y otras tantas derrotas; y lleva ahora 13 del Top 16, con 5 triunfos y 8 derrotas.

En total son 10 triunfos en 23 partidos. Es verdad que los números no son espectaculares, que el porcentaje de victorias supera por poco el 40%, pero no es menos cierto que el caché de los rivales que ha tenido el equipo al otro lado del parqué durante esta temporada, sobre todo en esta segunda fase, invitaba a pensar en un balance muchísimo peor. La primera fase fue lo menos brillante de la temporada continental. El Unicaja quedó encuadrado en el grupo B con el Olympiacos, el Galatasaray, el Bayern Múnich, el Montepaschi y el Stelmet Zielona Gora polaco. Una derrota en el Carpena contra el Montepaschi, la última jornada de la primera vuelta de la liguilla, dañó sobremanera al equipo, que tuvo que esperar a la última entrega del grupo, precisamente en la pista del Montepaschi, para certificar el pase a la segunda fase. Para el recuerdo queda aquella canasta de Granger, de costa a costa, en los tres últimos segundos del partido, que valió el acceso a la segunda fase.

Con 5 victorias y 5 derrotas, el equipo pasó tercero, por detrás del Olympiacos (10-0) y del Galatasaray (6-4). Tras los malagueños se clasificaron el Bayern (4-6), el Montepaschi (3-7) y el Stelmet Zielona Gora (2-8). En el nuevo sistema de competición de la Euroliga, estrenado la pasada temporada, se ha suprimido el sorteo para la segunda fase. Así, nada más terminar la primera liguilla, el Unicaja supo que por ser tercero compartiría segunda fase con el primero de su grupo (Olympiacos). Además, supo el nombre de sus otros seis rivales: Fenerbahce y Barcelona, del grupo A; EA7 Milán y Efes (Grupo B) y Laboral Kutxa y Panathinaikos (Grupo D).

La nómina de rivales de máximo caché hizo que la etiqueta de «grupo de la muerte» fuera asociada de manera fulminante a este nuevo grupo en el que el Unicaja parecía uno de los rivales más débiles. El Olympiacos (vigente doble campeón de Europa), el Fenerbahce de Zeljko Obradovic, el Barcelona (aspirante siempre a Final Four), el Panathinaikos (otro grande de Europa), el Anadolu Efes (proyecto multimillonario turco), el Laboral Kutxa (un cuartofinalista clásico en la última década) y el EA7 Milán (el equipo más débil a priori, aunque con el plus de que están ante «su» Final Four) se presentaban como siete rivales casi inaccesibles para un Unicaja poco acostumbrado a competir a gran nivel en la segunda fase de la Euroliga.

Pero cuando todo parecía más difícil, el equipo de Plaza sí ha dado la cara. Además, contra todos sus rivales. En casa y fuera de Málaga. Ganó en Estambul, al Efes, y también en Vitoria, al Baskonia. El árbitro italiano Luigi Lamonica no le dejó ganar en la pista del Fenerbahce, hizo sudar al Barça en el Palau y, sobre todo, se dio un par de festines en el Carpena ante el propio Fenerbahce (14 arriba) y el Panathinaikos (16 de ventaja).

Pero el sueño se acabó ayer. En el penúltimo capítulo de un Top 16 demasiado exigente para los verdes. ¿Qué habría pasado si el Unicaja hubiera quedado encuadrado en el otro grupo con Zalgiris, Partizan, Galatasaray, Lokomotiv y compañía?...