"Metí un triple y luego otro más y luego otro más... y el cuarto no entiendo por qué no entró". Es el resumen de Nik Caner-Medley a su momento de "calentura", como lo denominó Joan Plaza. Tres "bombas" que fueron letales, porque el partido marchaba al son que marcaba Tomás Bellas (56-63) y faltando unos minutos para el final, el factor cancha se disipaba en favor del Herbalife Gran Canaria. Pero el americano, que sólo había anotado dos puntos hasta ese momento, afinó su muñeca y puso al Unicaja, con sus tres triples, de vuelta en el partido: 67-68.

"Fue un partido muy difícil, muy duro los 40 minutos, estamos muy igualados. El último cuarto del partido ha sido decisivo y metí un triple y luego otro más y luego otro más y el cuarto no entiendo por qué no entró. Ganamos y estoy muy contento por eso", explica el ala-pívot a La Opinión. El jugador quiso asemejar el encuentro de ayer a un combate de boxeo. "Creo que el comienzo fue como una lucha, como un boxeador. En un combate a veces te dan primero y luego tú das y luego tú puedes dar algunas combinaciones y mandar al boxeador a la lona. Hicimos un gran trabajo y los chicos que salieron desde el banquillo en el primer cuarto nos dieron mucha energía", señaló.

Ahora espera un encuentro durísimo en Las Palmas, este domingo a las 19.00 horas. Con el 1-0 para el Unicaja, los verdes necesitan ganar otro encuentro más ante el Herbalife para poder regresar a las semifinales de la Liga Endesa. El domingo será la primera oportunidad ante los 10.000 espectadores que se esperan en el recién inaugurado Gran Canaria Arena. "Todo el mundo sabe que es una pista muy complicada. Las aficiones son muy buenas, como aquí. Gran Canaria es muy bueno en casa. Si jugamos como en el primer cuarto del partido no tendremos nada que hacer. Debemos estar preparados. Ahora tenemos dos días para ver vídeos y preparar bien el partido y ganar el domingo", finalizó el ala-pívot de pasaporte azerbayano, que vuelve a Las Palmas, donde ya jugó cuando aterrizó en la ACB.