Yehuda el macabeo era un héroe judío, un guerrero que liberó la ciudad de Jerusalén y venció en miles de batallas decenas de años antes de Cristo. Este héroe hebreo enarbolaba una bandera en la que se podía leer la leyenda «MaCaBi» hecha de un tejido amarillo. Desde entonces, este color representa su memoria. Como homenaje, el Maccabi de Tel-Aviv adoptó el amarillo cuando fue fundado en 1902 como una asociación deportiva que además del baloncesto integra otros deportes como fútbol, voley, balonmano o atletismo.

No pasa el equipo de Tel Aviv ahora por su mejor momento, pero la verdad es que pocos equipos en Europa pueden presumir de tener más glamour que el rival que esta tarde tendrá en frente el Unicaja en el Martín Carpena, en la quinta jornada de la liguilla de la Euroliga (20.45 horas). El Maccabi de Tel Aviv es un clásico del baloncesto europeo, un club histórico, con un palmarés infinito y fabricado cada verano a golpe de talonario con el objetivo de ser la imagen más amable hacia el resto del mundo de un país envuelto en luchas políticas intestinas y problemas varios.

Lo de esta noche huele a partidazo. Un Unicaja-Maccabi suena a plato fuerte en el baloncesto FIBA. Desde luego, el que no vaya hoy al Carpena es porque no le gusta el baloncesto. Y es que al partido le sobran los alicientes: primera visita a España del Maccabi desde que ganó el título el pasado mes de mayo en la Final Four de Milán, objetivo cajista de asentarse en la clasificación como segundos de grupo, opción de mantener el Carpena como un fortín en este arranque de temporada, posibilidad de dejar muy herido a un rival directo...

El equipo de Joan Plaza afronta el partido con el lastre de sus dos derrotas recientes (CSKA y Joventut), aunque el que llega más tocado es el campeón israelí. En Tel Aviv se habla sin tapujos de crisis profunda. Tanto de juego como de resultados -tres derrotas seguidas-. «Esto no es una simple crisis. Nos encontramos en un agujero muy profundo, sobre todo desde el punto de vista mental. Estamos intentado remontar pero no parecemos capaces», afirmó ayer mismo su técnico Guy Goodes. «Les he dicho a los jugadores que no pueden arrojar la toalla», agregó el técnico, que tiene hoy una especie de ultimatum en Málaga para conservar su plaza en el banquillo amarillo.

Parece que fue ayer cuando el Unicaja visitó al Cedevita de Repesa, en el debú europeo de la temporada, pero hoy se cierra ya la primera vuelta de la liguilla. Con 3 victorias, el equipo verde se juega asentarse en la segunda plaza y poner tierra de por medio con el Maccabi, que de perder esta noche, cerraría la jornada 5 con dos triunfos y tres derrotas.

Los problemas físicos marcan las horas previas al partido. Stefansson es baja definitiva para Plaza, pero Granger, Markovic y Carlos Suárez se espera que sí puedan ayudar. Plaza planea vestir a Soluade y Karahodzic, y se quedaría sin jugar Nguirane. En el rival también hay una baja sensible, la de su capitán Guy Pnini.

Habrá que ver cómo responde el «factor Carpena» ante un duelo de semejante calibre. El vigente campeón de Europa llega herido y seguro que el equipo verde necesitará el apoyo de su gente para poder lograr su objetivo. Ganar hoy sería dejar encauzado el pase virtual al Top 16. El esfuerzo merece la pena.