El Unicaja será esta noche, a eso de las 22 horas, equipo de Top 16, si es capaz de asaltar el majestuoso O2 de Berlín, guarida del Alba, vigente líder de la Bundesliga. No será nada fácil porque el equipo berlinés dio ya una magnífica imagen en Málaga, en el choque de la primera vuelta, jugado hace poco más de un mes, en el Martín Carpena, demostrando credenciales para dar guerra a cualquiera en esta máxima competición del baloncesto europeo.

Lo mejor es que el Unicaja depende de sí mismo. No tiene que mirar a ningún otro lado. Si gana, habrá logrado su objetivo. Da lo mismo lo que pase mañana en Zagreb en el Cedevita-Limoges, y también lo que ocurra hoy mismo en Tel Aviv en el Maccabi-CSKA. Pero, ¿y si no gana? Pues tampoco será un traspié que complique el pase porque quedarán todavía tres jornadas más para certificar el pase. O sea, que la presión la tienen otros. No los de Plaza.

La verdad es que tiene pinta de que esperan hoy 40 minutos muy exigentes en la capital germana. Hace ya varios años que el baloncesto alemán ha dado un paso al frente. Hay dinero (el Bayern de Savanovic y Stimac es un magnífico ejemplo) y las últimas campañas ha sido habitual ver uno o dos equipos de la Bundesliga entre los 16 mejores de Europa. Hoy, el Alba se la juega. Ellos sí necesitan ganar. Conociendo a Sasha Obradovic, enchufará a los suyos desde la rueda de calentamiento en busca de dar un paso al frente antes de un Limoges-Alba y de un Alba-Cedevita en los que deberá de terminar la faena.

El Unicaja llega a Berlín exultante. Desde que asaltara La Fonteta el pasado domingo, no ha parado de recibir parabienes. En Málaga y en el resto de España. El equipo dio una magnífica imagen en Valencia y el objetivo ahora es prorrogar el buen momento firmando con tres semanas de antelación el pase a la segunda fase continental.

Seguro que recuerdan hace ahora un año lo que le costó al equipo llegar hasta aquí. Tuvo que ser una canasta de Jayson Granger en la pista del Montepaschi en el último segundo del último minuto del último cuarto del último partido de la liguilla. Los corazones de la afición verde, desde luego, agradecen las pocas urgencias de ahora.

Plaza y sus chicos viajaron ayer a Alemania. Otra vez con todo el arsenal disponible. Stefansson era el último inquilino de la enfermería y ya es uno más desde hace una semana. Aunque Plaza explicó ayer que Markovic sigue renqueante. Es más, habló de que probablemente deberá pasar por el quirófano para subsanar sus problemas de pie. Esperemos que sea final de curso. Con su «12» de gala, el Unicaja parece más fiero todavía. En Valencia, desde luego, jugó su mejor partido del año. ¿Casualidad?...

Habrá que tener especial cuidado con Jamal McLean, por dentro, y con el trío Renfroe, Hammonds y Redding, por fuera. Al ala-pívot le frenó muy bien la defensa cajista en el choque del Carpena. Es el máximo anotador, el mejor reboteador y el más valorado tras las primeras seis jornadas de la liguilla. Los tres «morenos» del perímetro juegan entre 23 y 27 minutos de media por partido y su defensa será clave para tener opciones de ganar hoy.

Dice el sabio refranero español eso de... «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy». Pues eso. Que el Unicaja intentará hoy sacar billete para la segunda fase de la Euroliga. Luego habrá que ver si es segundo o tercero de grupo. Ésa será ya otra historia.