Carlos Suárez ha levantado títulos, ha vivido momentos estelares en el Real Madrid, ha debutado con la selección española y ahora, a sus 28 años, ha alcanzado la plena madurez en el Unicaja. El jugador se siente como en casa y acaba de renovar su compromiso con el club malagueño dos temporadas más. Se siente importante de nuevo y es un jugador clave para Joan Plaza, que es poco dado a hablar públicamente de negociaciones y llegó a pedir públicamente al club que acelerase su renovación.

Aterrizó en el club de Los Guindos rechazando la llamada del Montepaschi Siena, y aceptó un buen contrato en Málaga pagado a medias por el Madrid, donde rescindió su compromiso aunque le faltaba aún un año de contrato.

Desde el primer día, Carlos ha sido un ejemplo para todos en el vestuario. Trabajador, honesto, leal y servicial, Suárez pronto se ganó el cariño de sus compañeros. Y mañana mismo entrará en el selecto club de jugadores que se han puesto la camiseta del Unicaja en un centenar de partidos. Suárez llegará a su partido 100 en el equipo malagueño, donde cumplirá muchos más una vez garantizada su continuidad y olvidadas ya las dichosas molestias en el gemelo.

El músculo le ha amargado la vida durante la pretemporada. Incluso una vez comenzado el curso recayó de la dolencia. Pero, tras el último susto de hace un par de semanas, el jugador ha vuelto a tener buenas sensaciones y a ser un jugador importante. Quedó bien claro en el encuentro frente al Valencia Basket, donde lideró la defensa del equipo, forzó faltas personales, vivió un duelo intenso con Romain Sato y sacó el orgullo para rematar el partido con dos tiros libres tras recoger el balón que escupió el aro del lanzamiento triple de Pablo Aguilar.

El propio alero de 2,03 metros, que también es utilizado como falso «cuatro», celebrará mañana, ante un rival de excepción, una cita muy especial. Tras 58 partidos de Liga Endesa, 38 de Euroliga y tres de Copa del Rey acumula ya 99 encuentros con la casaca malagueña. A uno solo de la cifra redonda.

Suárez ha tenido que variar su rol tras salir del Real Madrid por gozar de muy pocas oportunidades. El alero es cabeza de ratón, como llegó a serlo en el Estudiantes en su primera etapa en la ACB, por lo que se encuentra, al igual que todo el equipo malagueño, buscando con fuerza nuevas metas que encumbren al equipo en la ACB.

Suárez es un buen termómetro para este Unicaja. Su rendimiento no se calcula en puntos, sino en los intangibles que aporta, más allá de sus números en rebotes.

En el Unicaja promedia, en sus 99 partidos disputados, 5,8 puntos (31,4% en triples), 4,4 rebotes, 1,7 asistencias y 9,3 de valoración. Con él en la pista, el Unicaja tiene un +/- positivo de 3.1. Por eso, entre otras muchas cuestiones, es un hombre clave para Plaza. Y un buen espejo para Mindaugas Kuzminskas. El talento innato del lituano se complementa a la perfección con el madrileño. Incluso ahora Plaza ha comenzado a utilizar a «Kumza» como escolta, para paliar las bajas e ir preparando batallas mayores ante rivales más físicos, como Madrid o Barça.