El equipo regresó ayer al trabajo en una sesión movidita, ya que un mate de Fran Vázquez provocó la rotura de un tablero, así que se pasó a trabajar en una única canasta. Más allá de este leve percance, el Unicaja se entrenó al completo, con la ayuda de Morayo Soluade y Kenan Karahodzic, y con la escasa participación de Kostas Vasileiadis. El alero griego ya tiene el alta médica, pues su rotura en el sóleo ha cicatrizado. Este periódico informó la pasada semana de que apuntaba al encuentro ante el Estudiantes. Parece bastante claro que el alero va a viajar con el equipo, pero hay dudas en el cuerpo técnico sobre la idoneidad de hacerle jugar, ante la posibilidad de una recaída. La idea es la de no apurar los plazos, pues no hay urgencia, y que no fuerce, y juegue la próxima semana. Dependerá de su evolución.