Joan Plaza nos recibe en su despacho del Martín Carpena. El esprint final liguero se acerca y el entrenador catalán sabe que tras el parón de este pasado fin de semana empieza el asalto final a un play off al que el Unicaja llegará como uno de los enemigos a batir. Plaza mantiene su discurso pausado que tan buen resultado le ha dado desde que aterrizó en Málaga. Pero el coach es consciente de que el equipo está en disposición de hacer algo «grande».

En los sueños más optimistas de Joan Plaza el pasado verano, ¿se imaginaba que el Unicaja podía ser líder en solitario de la Liga a falta de seis jornadas para el final de la Fase Regular?

No. Es cierto que si nos remontamos a nuestra primera rueda de prensa de la pretemporada hablábamos de ser capaces de estar lo más cerca posible de nuestros topes como deseo. Pero ser líder y llevar 20 jornadas en el liderato, en absoluto. Nuestra pretensión era mejorar las cifras de años anteriores y movernos entre los cuatro primeros, pero estar líderes no lo pensaba en ningún caso.

Se ha hablado muchas veces de que el equipo todavía no ha llegado a su tope. ¿A qué tanto por ciento está el Unicaja?

Creo que estamos mentalmente mucho más maduros, mucho más seguros de nosotros mismos, de los recursos que ofrecemos cuando tenemos adversidades. Como muy bien habéis dicho vosotros durante el año a veces nos faltaba un cuarto o algunos minutos. Ahora reducimos esos espacios malos y somos capaces de esperar a que el aire nos venga favorable para remontar. Somos bastante más intensos atrás. Hay varios jugadores que han dado un paso al frente. Quiero pensar que nos falta un hervor para estar al cien por cien, pero estamos cada vez más seguros de nosotros mismos.

Llegado este punto, ¿sería una «desilusión» no acabar primeros la Fase Regular?

No. Sería una gran desilusión acabar primeros y perder contra el octavo en el play off. Hay que medir bien nuestros pasos. Es evidente que nos gustaría acabar primeros, como nos gustó acabar primeros de la Liga Regular en invierno. Lo importante es llegar en las mejores condiciones al play off. Quedar primeros sería muy bonito, reflejaría un estado de trabajo muy bueno, pero si caes en cuartos no serviría para nada. Ahora queremos quedar primeros, tener factor cancha en casi todas las eliminatorias y, sobre todo, porque casi obligaríamos a un Madrid-Barça en semifinales, que teóricamente sería una ventaja añadida.

¿Está la plantilla cerrada de cara al play off?

Aunque tenemos reuniones periódicas con Carlos Jiménez y el presidente, nadie me ha hecho aventurar que se posibilite algún cambio. Nosotros si recuperamos a Vasileiadis, Suárez y demás tocados -Germán es el que tiene para más tiempo- creo que somos conscientes de nuestras virtudes y debilidades para encarar bien el play off. Somos los que somos. Tenemos a Kenan, Mo y Romaric que están para dar el paso al frente. Yo creo que el Banco debe sentirse orgulloso más que de nuestras 20 semanas líder, de que el equipo transmita lo que transmite: seriedad y estabilidad. No hay cambios ni golpes de timón. Podemos ser el cuarto o quinto presupuesto, pero no nos alteramos ni en los días más desfavorables. Es la mejor publicidad para el Banco. Ellos son un Banco que transmite solidez, incluso en los peores tiempos de crisis se ha mantenido ahí arriba sin aliarse con nadie. Y el equipo está dando un buen ejemplo de lo que es el Banco.

La pasada temporada cuando el equipo quedó eliminado del Top 16 y hubo una semana entera para preparar los partidos se notó mucho y el Unicaja llegó al play off hecho un cañón. ¿Se podrá repetir este año la misma situación? ¿El equipo llegará físicamente a tope a los cruces?

Durante todo el año vamos trabajando con la intención de acabar en lo más alto. Un equipo como el Barcelona y el Real Madrid tienen claro que tienen que llegar bien a la Final Four y al final de Liga. El resto saben que jugando al 70% ganan los partidos. Nosotros, no. Nosotros somos un equipo que jugando al 70% podemos perder contra casi cualquier equipo de Europa y de España. Por eso nuestra estructura de temporada está diseñada para que acabemos en nuestro máximo nivel de capacidad física y técnica. El año pasado lo hicimos y ahora estamos en la línea ascendente que hace aventurar que acabaremos en un pico parecido. Pero por suerte o por desgracia esto no es una ciencia exacta. Mi experiencia me hace pensar que vamos en la línea correcta.

El otro día dijo en rueda de prensa que el Real Madrid-Unicaja de la próxima semana no tiene por qué ser decisivo para decidir quién acaba primero la Fase Regular. Pero si el Unicaja gana...

Habrá cuatro partidos después y hay uno antes en Sevilla. Aunque pongamos dos partidos de diferencia, tenemos rivales muy difíciles. Queremos que el niño crezca rápido, bueno y educado, pero nosotros hemos dado un gran salto desde que yo he llegado al banquillo y eso hay que asimilarlo. Eso hay que hacerlo lentamente. El primer reto es llegar a Madrid sin perder en Sevilla, ante un equipo que lo dará todo por su intención de no descender a la LEB y por lo que es un derbi regional. Serían 12 de 13 ganados. Pero todo es muy difícil. Seguro que en Madrid se verá un gran espectáculo. Pero creo que aun no tenemos la madurez mental para decir que vamos a Obradoiro o a Bilbao y ganamos seguro. Estamos en camino, el porcentaje de partidos perdidos es muy bajo, pero nos falta un punto de madurez para ir a cualquier cancha y pensar que ganamos seguro.

¿Le ha llegado en buen o mal momento el parón liguero de este fin de semana?

Probablemente no es lo más adecuado. Pero hay que luchar contra lo que se puede luchar. Y eso es un imponderable del calendario. Nosotros hemos tratado de recuperar a nuestros jugadores lesionados. También ha habido tiempo de introducir alguna variable técnica defensiva y ofensiva. El calendario ha venido así y ya está.

El equipo puede lograr el 17 de 17 en casa en Liga y superar el tope de 27 victorias que se han sumado sólo dos veces en Liga Regular. Dos hitos históricos...

Yo cuando vine a Málaga pensaba en los entrenadores que se habían sentado aquí: Imbroda, Pedro Ramírez, Maljkovic, Scariolo, Chus Mateo, Aíto, Luis Casimiro, Repesa... Grandes entrenadores. Pensar que ocupas esa posición y puedes batir alguno de los récords que ellos han hecho es un gran honor. Pero el honor sobre todo es sentarte donde se han sentado ellos. Que tú los veías por televisión, les copiabas los ´entrenos´, ibas a sus clínics. Yo iba a Limoges en mi Fiat Uno casi a nivel de que en casa te envíen a la mierda por estar siempre viajando; ir a ver a Imbroda sus clínics; estar muy pendiente de los movimientos de Pedro Ramírez porque él venía de las categorías inferiores como yo. Verle crecer y tener opciones ahí arriba, pensar ahora en ocupar su banquillo... Los récords quedarán en papel mojado si no conseguimos pasar alguna fase del play off. En cualquier caso quedarán para la historia y si cuando yo me vaya de esta casa la gente recuerda mi etapa como positiva, habrá valido la pena. He tenido la suerte de volver a los sitios que he entrenado y la gente me ha recibido de pie y con aplausos como aquí se hace con Cabezas, Berni, Mrsic... Que realmente tú vuelvas y hayas dejado el listón alto más que por los récords por las sensaciones que desprenda mi etapa como entrenador será bonito.

El público le demuestra su cariño cada partido. ¿Le da vergüenza ser la persona más aplaudida del pabellón?

Sí. No me da vergüenza, pero hay cosas que no controlas y es verdad que un amigo mío me decía hace algunos meses que eso me ha pasado en todos los sitios en los que he entrenado y ya se sabe que yo no soy la alegría de la huerta ni una persona que regale sonrisas fáciles. Pero es cierto que la gente de Madrid, Sevilla, Kaunas o ahora aquí me tiene por alguien que se entrena, que va al límite, que no quiere ser alguien especial, pero que su trabajo acaba imponiéndose y contagiando al público. Nosotros tenemos al inicio de la temporada una pirámide. En esa pirámide establecemos retos a nivel social y a nivel técnico. En el pico de esa pirámide es ser competitivo y por debajo están el Top 16, la Copa del Rey y la ACB. Pero primero es ser competitivo. Y eso es algo que un equipo como el Unicaja no puede perder. Siempre hay que competir. Ganemos o perdamos. Y creo que eso la gente lo capta y lo relaciona conmigo. La gente que viene al pabellón ha visto 15 victorias seguidas en Liga. La afición sabe que el que coja un abono la próxima temporada verá ganar al equipo en un 70% o un 80% de los partidos. Y eso no lo puede decir casi nadie.

¿Qué papel ha jugado la afición hasta ahora esta temporada para ese récord de victorias seguidas en casa?

Nosotros, sin haber llegado a llenar el pabellón, los 7.000 de media que tenemos en ACB es gente que no viene a mover las joyas. Es gente que viene a aplaudir, a integrarse. Se sienten uno más en el partido. Nosotros notamos ese calor. La charanga hace un trabajo espectacular. Es importante su actitud para que el rival se sienta más agobiado y el arbitraje note ese calor a nuestro favor. Nuestro objetivo es acabar bien por ellos, por esos 7.000 que vienen de forma fiel.

Hace unos meses renovó su contrato con el Unicaja. ¿La afición puede tener la seguridad de que Joan Plaza estará sentado en el banquillo del Unicaja el próximo mes de septiembre?

La seguridad que tiene que tener la afición es que Joan Plaza quiere seguir en Málaga. Excepto en Kaunas y por las circunstancias que se dieron siempre he estado de tres a cuatro años en todos los lugares. En el Real Madrid hubo elecciones y trajeron a Ettore Messina y a Jose Mourinho, pero siempre he tenido salidas a mejor. La idea es hacer un proyecto, vivir el proyecto y hacerlo crecer. Que el día que yo salga no haya dientes de sierra y el equipo se pueda mantener entre los cuatro o cinco primeros siempre. Captar al público que algún día nos dejó y todavía no ha vuelto. Hay un proyecto ilusionante para seguir. Yo siempre digo que hay que estar en los lugares en los que quieras estar y que los demás te deseen. No hay que estar en un lugar en falso. Ahora mismo mi cabeza es preparar el equipo para el año que viene para dar un paso más al frente, que será difícil porque los listones cada vez están más altos. No sé qué pediremos para el año que viene. Hay ilusión y sueños de hacer más cosas en Málaga.

El Top 16 ha sido una decepción para muchos. El Unicaja ha estado demasiado lejos de Baskonia o de Efes. ¿Cómo lo ha vivido usted?

Esto no es una ciencia exacta. En la Euroliga, una vez que nos aseguramos el Top 16 en la primera fase, nuestra mirada era preservar que los jugadores llegaran lo más fuerte posible a los partidos de la ACB. Pero una vez en el Top 16, hay factores. Yo creo que nos tocó el grupo más fuerte, con resultados extraños las últimas jornadas que hicieron que nos tocara ese grupo que nos tocó. Tuvimos un inicio malo. Nos pusimos 0-3, con varias lesiones al mismo tiempo... Aquí no nos volvimos locos con cambios de jugadores. El perfil de equipo que se quiere es no dar tumbos. Lo que estamos haciendo bien es tener tranquilidad. No nos apuramos. Si hay una lesión, no fichamos porque eso no nos asegura ganar. No hay que cambiar de rumbo constantemente. Nos han faltado tres victorias para pasar al Top 8. ¿Nos compensaría tenerlas habiendo cambiado ocho jugadores como han hecho otros equipos de Euroliga? Yo creo que no. Tenemos que estar orgullosos de no ir dando tumbos, de no cambiar el discurso. Hay que mantener una línea de trabajo. Es una lástima no haber ganado esos tres partidos más en Europa, pero no se han fichado jugadores para luego tener que echarlos como se ha hecho otras veces aquí en Málaga incluso teniendo que pagarles para que se vayan. La ciudad, la afición y el Banco lo que quieren es fichar en septiembre jugadores y que lleguen hasta junio del año siguiente. No ir variando el rumbo para ganar dos o tres partidos más.

Hablando de la Euroliga, si Joan Plaza mandara en el torneo, ¿qué tipo de competición querría? ¿Con o sin Licencias A?

Afortunadamente no mando. En Euroliga y en la ACB lo importante es que los méritos deportivos priven sobre los económicos. Burgos se ha ganado la plaza varias veces y sería muy bueno para la salud mental de todos que pudiera ascender. Igual en la Euroliga. Si un equipo tiene una cancha más pequeña, pero garantiza los sueldos de sus jugadores a final de mes, pues debería poder jugarla. Lo que yo demando a ACB, Euroliga y FIBA es que se sienten para tratar entre todos el futuro del baloncesto, porque no se pueden mantener reglas distintas, viajes a cualquier precio, meter una competición internacional por el medio que sí pare la Liga en Europa pero no en la NBA... Creo que cada competición debe tener su espacio, pero sin explotar a los jugadores a cualquier precio. Los hay que llevan cuatro años sin descansar. Necesitamos un calendario más humano.

De cara a la próxima temporada, ¿Joan Plaza ha empezado a pensar en el Unicaja 2015/2016?

Mantenemos nuestra idea del verano pasado de hacer los mínimos cambios posibles. Ahora es difícil. Hay muchos jugadores en ascenso, otros que acaban contrato, otros con los que se está negociando ya... Lo ideal sería mantener ocho o nueve de los 12 que tenemos. Sería una gran señal para el equipo. Algunos será difícil mantenerlos, pero buscaremos jugadores que no rompan esa dinámica. También hay temas de cupos, de cláusulas. Tengo claro que el año que viene es un año muy importante. Si se definen las plazas de Euroliga, lo importante es no equivocarlos o que nos equivoquemos lo menos posible. Hay veces que el mercado te hace apostar por jugadores sin experiencia en Euroliga o poco expertos para la alta competición. El problema es que la próxima temporada no habrá margen de error. Por eso hay que afinar.

¿Qué opinión tiene Joan Plaza respecto a la cantera y el futuro del Clínicas Rincón? ¿Debería seguir siendo un equipo vinculado?

Siempre he defendido que igual que un equipo profesional no puede dar tumbos, tampoco los puede dar la cantera. Hay que tener una línea de trabajo clara y definida en la que a mi entender debe primar la calidad sobre la cantidad. Está muy bien tener muchos equipos, pero es mejor tener menos gente, pero lo mejor cuidada posible en la pista y fuera de la pista. Jugadores educados, que van a la escuela, bien alimentados, respetuosos y formados como individuos. Si están en LEB o en EBA o en Plata da igual. Es evidente que una persona como Manolo Rincón es muy interesante no solo por lo económico. Su aportación y dinamismo y su amor al baloncesto es muy importante. Pero no se hundiría el mundo si el segundo equipo del Unicaja estuviera en EBA o en LEB Plata. Para Kenan o Romaric la LEB Oro es más difícil porque hay que tener jugadores más hechos. Por eso digo que quizás deportivamente puede interesar más otra fórmula, pero...