­El Martín Carpena volvió a disfrutar del sabor de unos play off. Y saben a gloria, sobre todo si el equipo gana, como ocurrió anoche ante el Laboral Kutxa. El Palacio vistió las mejores galas para este cruce de cuartos de final, y aunque el Carpena estuvo lejos, muy lejos del lleno (8.245 espectadores), los que estuvieron animaron como si hubiese 11.000 almas en la grada. «Bienvenidos al infierno verde», rezaba una leyenda en los leds del Palacio, durante la espectacular presentación, muy emotiva y vibrante.

La jornada fue perfecta, sobre todo para José Antonio y Paqui. Los dos se conocieron en el Martín Carpena. Con el baloncesto como excusa nació una relación sentimental a la que la pareja puso anoche un broche de oro. Justo donde empezó todo, donde se vieron por primera vez, donde comenzaron las citas, José Antonio le pidió matrimonio a la que, desde anoche, es su prometida.

El joven malagueño envió un email al club explicando su situación. El Unicaja se puso en contacto con él y entre las dos partes se trazó un plan que desembocó en el descanso entre el primer y el segundo cuarto. Las cámaras del videomarcador enfocaron a la pareja, y de repente él sacó una cajita donde guardaba un anillo. A través de un micrófono, todo el Carpena pudo escuchar cómo le pedía en matrimonio. Ella, visiblemente emocionada, contestó afirmativamente y el Carpena, como si fuera una película, rompió a aplaudir en un momento nunca antes vivido en el Palacio durante un partido.

Fue la anécdota de la noche en un encuentro donde la afición pudo disfrutar sin sufrir. El Unicaja fue muy superior y se apuntó una justísima victoria. Hay que estar preparados para todo, aunque ojalá que la serie acabe mañana.