Este Unicaja ha demostrado esta temporada que está dispuesto a desafiar la historia. Ha pulverizado varios récords, algunos de tremendo valor, y su poderío ha quedado más que demostrado. Los malagueños iniciaron el curso ganando los ocho primeros partidos de la temporada, entre Liga Endesa y Euroliga, rompiendo su tope de cuatro victorias. Eso ayudó a conseguir el siguiente objetivo, siendo campeón de la Fase Regular con su mejor marca de siempre: 14 victorias en los 17 primeros partidos ligueros. El campeón de invierno además también logró sobrepasar las 12 victorias consecutivas en casa que marcaban su anterior récord, poniéndolo en 15. Todos meritorios, todos récords propios.

Pero el Unicaja, a lo largo de sus más de dos décadas de trayectoria, también ha demostrado que es capaz de llevar su dominio al territorio nacional. Y que también sabe hacer «milagros». En la Liga Endesa ha logrado algunos ya, propósito que se impone ahora, ya que si quiere jugar la gran final debe hacer «magia», como ya sucedió en dos ocasiones.

La historia de la ACB dice que ningún equipo ha remontado jamás un 2-0 en unas semifinales de la Liga Endesa. Nunca, en una serie a cinco encuentros a estas alturas de play off, el que cayó en los dos primeros enfrentamientos logró luego sobreponerse y llegar a la gran final de la competición. Pero el Unicaja ha demostrado a lo largo de su periplo en la elite que las estadísticas están para romperlas, que todo es cuestión de creer y proponérselo. Y es que el equipo malagueño ya ha logrado dos hitos que jamás se habían conquistado antes en unos play off.

El Unicaja derrotó al Etosa Alicante en los cuartos de final cuando perdía 0-2, un hecho que jamás había sucedido antes. Comenzar perdiendo una serie a cinco partidos por 0-2 en cuartos de final era sinónimo de eliminación -como ocurre ahora en semifinales-, hasta que los verdes lograron romper los números. Era la temporada 2004/05, y el Etosa asaltó el Carpena (60-65). El siguiente se jugó en Alicante, con paliza local: 94-75. El play off se veía perdido, pero el Unicaja salvó el primer match ball por 81-74 y se salvó de la quema en el Centro de Tecnificación: 56-60. Y el quinto, de nuevo en Málaga, se quedó en casa 71-69.

El otro hito tuvo aún una mayor repercusión, ya que el contrincante fue todo un Real Madrid. En el curso 2007/08, el Unicaja de Sergio Scariolo finalizó en la octava plaza la Fase Regular y tuvo que medirse en cuartos al campeón de la primera fase de la Liga, el Real Madrid. Aquel equipo blanco estaba adiestrado, por cierto, por el ahora técnico del equipo malagueño, Joan Plaza. Nadie nunca lo había conseguido. Jamás el octavo volteó la clasificación y el sentido común para eliminar al mejor. Y el Unicaja, en cuartos, ganó al mejor de tres partidos al Madrid. Los verdes asaltaron el Palacio de la Comunidad de Madrid (73-89) y en un ambiente increíble ganaron en Málaga: 88-86. Quizá ahora al catalán le toque vivir en primera persona formar parte de la historia de la ACB. Esta vez en positivo. Hoy el Carpena debe destilar esa magia.