­La «marea verde» hizo ayer su trabajo. Y tuvo todo el mérito del mundo. Porque tras ver cómo «su» Unicaja caía ridiculizado el pasado fin de semana en el Palau, donde se llevó dos palizas descomunales (91-60 y 91-70), se puso las pinturas de guerra y atacó frente a frente al Barça. Sin reproches a sus hombres, metidos en el partido desde media hora antes de que arrancara, el Carpena fue «mucho Carpena», como contó luego Joan Plaza.

La afición fue un espectáculo y estuvo al mismo nivel del equipo. No se llenó el Palacio, pero los 9.386 espectadores que pasaron por los tornos demostraron que apoyan y gritan como si los 10.600 asientos del Carpena estuvieran repletos. No hubo momento en el que la gente dejara de animar.

El Carpena fue ayer, con todas las letras, ese infierno verde que le llegó a coronar como «la mejor afición de Europa», y demostró al FC Barcelona, al campeón de Liga, que llegaba lanzado y esperando dormir anoche ya en la Ciudad Condal como finalista de la ACB 2014/15, que esto no va a ser un camino de rosas. El Barça tiene un equipazo descomunal, está genialmente adiestrado por Xavi Pascual y mete el miedo en el cuerpo. Uno mira su banquillo y se quedaría con cualquiera de los que no están en pista para reforzar al Unicaja. Es más, el Unicaja tiene ya apalabrado para el próximo curso a Edwin Jackson, un jugador que ni siquiera tiene un lugar en el «12» de los culés. Ése es el nivel de excelencia de los catalanes, que en el Palau le sacaron los colores al Unicaja. Pero ante ese increíble Barça pudo ayer el Unicaja, guiado por una afición que estuvo de lujo, que fue todo un ejemplo.

Joan Plaza pidió ayer que para mañana (21.00 horas) se llene el Palacio de los Deportes. Que incluso haya gente que se quede sin entradas. Y en verdad, el Unicaja, este equipo, se lo merece, tras una fantástica temporada y liderar la mejor Liga del mundo al margen de la NBA durante 21 semanas. Mañana espera otra batalla. Será más dura que la de ayer, seguro, porque el Barça estará furioso. Pero detrás de los 12 cajistas habrá 10.000 fanáticos salidos del mismísimo «infierno verde».