Máxima felicidad, máxima ambición y un sueño que ahora vuelve a Barcelona, al quinto partido de la serie ante el equipo blaugrana, algo que hace realmente feliz a Joan Plaza, que no quiere que el sueño acabe aquí, porque cree que su equipo "merece jugar la final". "Estamos donde nos merecemos. Llegar al quinto partido refleja el trabajo de todo un año. La comunión entre público y jugadores es brutal. Creemos en lo que hacemos, en el colectivo y en el Carpena. Todo empieza por "C". El grupo, el grupo, el grupo, el colectivo es el que nos ha traído hasta aquí. Hemos sido humildes y ahora hemos de ser capaces de ir a por todas", se sinceró el técnico.

Su Unicaja, dice Plaza, va a dejarse "la vida" por tratar de jugar la final. "El equipo merece jugar una final, después de diez años, la merece. Y por qué no puede ser ahora. Nos contagia la ilusión de la gente en el Carpena, en la calle, la ilusión que estamos generando en mucha gente... Creemos que una final Real Madrid-Unicaja es posible. Nos vamos a dejar la vida. Siendo conscientes de donde venimos. Haber dejado al Barça en cifras bajas refleja solidaridad y colectivo, compromiso. No tengo otra cosa que sacarme el sombrero por mis jugadores. Ahora, cuchillo entre los dientes y a Barcelona. No nos conformamos. No hay gracias que valgan, vinimos por el 2-2 y vamos a por el 3-2. Vamos a pelear minuto a minuto, cuarto a cuarto. Queremos volver a Málaga y que la gente se sienta orgullosa", explicó el coach.

Plaza comentó que había muchos incrédulos tras lo visto en el Palau Blaugrana y después del gran esfuerzo que el equipo hizo el miércoles. "Lo que nadie esperaba hoy es que los jugadores del Unicaja jugaran el partido que ha jugado hoy. Nadie esperaba que diéramos un paso más. No había nunca un tiro liberado de ellos. El físico es verdad que pasa factura, pero hay ilusión en la cara de los jugadores. ¿Nos aguantará la batería para un cuarto, para dos, para cuatro, para la final...? Vamos a jugar a por la final", continuó.s

"Hay un deseo que mueve montañas en el equipo, en las caras de los jugadores"

"Yo al salir de Barcelona dije que la montaña que suponía ganar tres partidos había que dividirla. Lo hemos hecho. Ha habido deseo y pasión. Los jugadores saben que el primer partido no nos reflejaba. No explicaba quiénes éramos nosotros. Tiene mucho valor, honestamente, lo que hemos hecho. Ahora hay un deseo que mueve montañas y queremos transformarlo. Me llama mucha gente, de lugares de España y fuera, ilusionados por lo que hicimos el miércoles. Esa es una gran señal. Tenemos ganas de hacer la machada", dijo.