­Jayson Granger sigue deshojando la margarita. El todavía base del Unicaja -acaba contrato el 30 de junio- está en Málaga esperando acontecimientos, aunque mañana tiene previsto viajar a Estados Unidos para reunirse con varias franquicias NBA que pueden condicionar su decisión final, ya que jugar allí siempre ha sido su gran sueño.

El charrúa tiene ya una gran oferta del Anadolu Efes turco, que duplica la proposición del Unicaja. El club malagueño le ha propuesto ser el jugador mejor pagado de la plantilla, con mando en plaza en el equipo, para que continúe en el club de Los Guindos tres años más, aunque con la opción de cortar su contrato cada verano. Granger se reunió con Carlos Jiménez el jueves al mediodía en Los Guindos y le comunicó que a finales de mes tomaría una decisión definitiva sobre su futuro.

El motivo de esa demora es que el base va a esperar al FC Barcelona. El club blaugrana está inmerso ya en la final de la ACB, tras disputar anoche su primer encuentro ante el Real Madrid. En unos días, la temporada estará acabada y el Barça sabrá a qué atenerse. Así, el club culé ya ha entablado contactos con Regino Olivares, su agente. Más bien ha sido el propio Olivares el que ha ido «vendiendo» al jugador al mejor postor. Y el compromiso con el que ha llegado con los blaugrana ha sido el de no comprometerse con ningún otro club hasta esperar una oferta culé.

El Barça está convencido de que Marcelinho Huertas saldrá este año, duda incluso con la continuidad de Satoransky, que ha demostrado estar preparado para dar el salto a la NBA. Así las cosas, el Barça quiere «curarse en salud» y espera poder contar con Granger, aunque no habrá oferta en firme hasta que los acontecimientos se desarrollen. Algo que sucederá una tras la final liguera.

El Barça, eso sí, va a encontrarse con un impedimento en caso de querer fichar a Granger. Y es que el Unicaja tiene los derechos del jugador, y lo va a someter al tanteo. De esta forma, el Unicaja podría igualar la oferta del Barça y quedarse con el jugador. Ese sería un escenario algo utópico, ciertamente, pues el Unicaja no puede pagar las cifras astronómicas del Barça. Lo que sí que hará el Unicaja es negociar con el equipo de la Ciudad Condal y obtener una contraprestación económica, un buen dinero por renunciar a sus derechos. Con esta cifra, el Unicaja podría acudir al mercado para tratar de cubrir bien la baja del base uruguayo.