­El cuerpo técnico del Unicaja no quiere repetir errores. Los recursos son muy limitados en comparación a los grandes de la Euroliga y de la Liga Endesa, con quien el Unicaja quiere seguir compitiendo, a pesar de contar con un presupuesto sensiblemente inferior. La pérdida de la Licencia A obliga, además, a afinar muchísimo con los fichajes de la próxima campaña, porque no habrá margen de maniobra y el Unicaja no puede fallar si quiere estar en la Euroliga de nuevo.

La decisión de prescindir de Vladimir Golubovic se tomó desde mucho antes de que concluyera la participación cajista en la Liga Endesa, tras caer contra el Barça en las semifinales de los play off. Durante toda la temporada, el cuerpo técnico se ha percatado de que el pívot balcánico apenas participaba en muchos partidos. El motivo es que hay pocos equipos con jugadores tan grandes y pesados como él, especialmente en la ACB.

Opina Joan Plaza y sus hombres de confianza que un equipo como el Unicaja con 11 ó 12 profesionales no puede tener un jugador tan específico, un jugador tan grande que sólo se utiliza en ocasiones muy puntuales. Por eso, la decisión que ha tomado el club es prescindir de ese «siete pies» y traer otro pívot pequeño, que pueda tener muchos minutos en la rotación, que sea capaz de defender a pívots y también a un «cuatro». Busca el Unicaja un «cuatro y medio» que pueda jugar cerca del aro, pero también pueda correr, cambiar a su defensor con solvencia en los pick and roll y con buen tiro de media distancia.

El Unicaja ha tratado de fichar a John Bryant, pívot de 2,11 del Bayern Múnich, un pívot muy atípico, capaz de tirar de tres con un porcentaje del 40% en la Liga alemana, que ha sufrido una metamorfosis, perdiendo peso y ganando movilidad. Joan Plaza pidió un esfuerzo desesperado por hacerse con él, pero el Unicaja ha ofrecido 350.000 euros, mientras que el Bayern le sigue respetando su contrato de medio millón, jugando Euroliga.

El club ha vuelto a revisar lo andado, observando con detenimiento la opción del alemán Maxi Kleber, un ala-pívot de 2,07 metros, atlético, de 23 años, que ha brillado en el Obradoiro. Pero existe desconfianza en su rodilla, doblemente lesionada. Y el club no está por la labor de asumir riesgos físicos, pues ha quedado ya claro que se quiere trabajar sobre seguro. Además, en el club no están seguros de que pueda defender a un «cinco» en Euroliga, algo que los técnicos saben que puede hacer Will Thomas. Su trabajo sobre Ante Tomic en el play off es el espejo en el que se miran, ya que Fran Vázquez sufre ante jugadores más pesados que él. ¿Qué hacer entonces?

El club, por petición de Joan Plaza, está buscando un «cuatro y medio», un hombre polivalente, que pueda simultanear las dos posiciones, que tenga ya experiencia en la Euroliga y, si es posible, en la ACB. Jugadores que tengan ya un caché y que puedan aportar desde el primer día.