­Will Thomas ha demostrado en su primera temporada en el Unicaja que es un jugador completo, comprometido y que siempre está dispuesto para la batalla. Joan Plaza no dudó y, aunque estudió junto al club una larga lista de «cuatros» en busca de mejorar el equipo, no encontró nada al nivel de la calidad-precio de Thomas.

El ala-pívot disputó además los 68 encuentros de la temporada pasada: 42 de Liga ACB, 24 de Euroliga y dos de Copa del Rey. Thomas firmó un promedio de 7,1 puntos, 4,3 rebotes y 8,3 de valoración en 21:13 minutos en pista. Toda una garantía.

Su pasaporte georgiano le hace ser comunitario, algo también muy valorado. En principio, Thomas vino desde el Avellino italiano como un jugador complementario y secundario, ya que Caleb Green debía ser el titular en el puesto de «cuatro». Sin embargo, el ala-pívot de Baltimore demostró que no había venido a Málaga para verlas venir. Thomas fue capaz de adaptarse a lo que Plaza pedía de él. No tuvo problemas para defender a pívots altos dentro de la zona y tampoco tuvo inconveniente en fajarse con ala-pívots más rápidos y móviles que él.

Plaza ha valorado su polivalencia y le mantuvo en el equipo, aunque el club tuvo que negociar para renovarle. Aunque tenía una cláusula para ampliar un año más su contrato, Thomas podía cortarlo abonando una cifra muy baja. Hubo acuerdo y todo se arregló.