De vuelta en casa. El Unicaja regresó ayer de su concentración en Benahavís y se entrenó en el Palacio de los Deportes Martín Carpena pensando ya en la disputa este fin de semana de la Supercopa. En esta sesión de trabajo no pudieron participar al mismo ritmo que sus compañeros ni Mindaugas Kuzminskas ni Jamar Smith, como ya ocurrió el martes en el último día de la concentración de pretemporada.

A pesar del poco tiempo que hay de margen hasta el partido contra el Real Madrid de semifinales de mañana, a las 21.30 horas (Teledeporte), los médicos son optimistas con la evolución que están mostrando ambos jugadores en las últimas horas y se espera que tanto el alero lituano como el escolta estadounidense estén a disposición de Joan Plaza para el partido.

Para el equipo verde será la cuarta vez que forme parte del elenco de equipos en esta competición, tras Málaga 2004, Granada 2005 y Málaga 2006, en la que llegó a alcanzar la final, que perdió ante un potente Tau Cerámica de Vitoria.

La Supercopa Endesa sólo ha vivido hasta el momento un Unicaja-Real Madrid, aunque no se dio en semifinales, como va a ocurrir esta temporada. Fue en Granada 2005 y ambos conjuntos se enfrentaron en el partido por el tercer y cuarto puesto, que acabó con victoria del equipo blanco (81-74).

Lo cierto es que el rival mañana de los verdes tiene cuatro Supercopas Endesa en su palmarés: se llevó la primera edición (1984-85) y las tres últimas (2012, 2013 y 2014).

El propio entrenador del Real Madrid Pablo Laso reconoció ayer sentirse «orgulloso» de que los demás equipos les vean como «el rival a batir», reconociendo que «no queda otra» después de conquistar el pleno de cinco títulos, aunque mostró «máximo respeto por el Unicaja», su rival mañana, y reconoció que están peinando el mercado para realizar un fichaje más.

«He oído a algún jugador del Unicaja hablando de nosotros y diciendo que sería un milagro ganarnos. Yo no pienso así. Tengo mucho respeto siempre por los rivales. Ahora vamos a jugar contra un rival que ha hecho grandes fichajes, tiene un buen equipo y juega en su campo. Ahora mismo no puedo mostrar más que respeto por el Unicaja, nunca me creo superior a nadie. Sí me siento orgulloso de que los rivales nos vean como el rival a batir. Es algo que nos toca defender y lo aceptamos porque no hay otra, pero siempre desde el respeto máximo a los rivales», analizó Laso ante la prensa.

En cualquier caso, el técnico no ocultó que se encuentran «en una situación inmejorable después de una temporada fantástica». «El trabajo ha hablado muy bien del crecimiento del equipo y de cómo se han comportado los jugadores. En el primer título del año el equipo siempre ha sido capaz de ser muy competitivo, algo que yo pido siempre. El equipo ya lo ha demostrado en Brasil y aspiramos a mantenerlo igual desde el primer día», pidió.