Jugar dos partidos de alta tensión a estas alturas de la temporada y además hacerlo en menos de veinticuatro horas no es nada fácil, como pudo comprobar ayer tarde el Unicaja. Tras el buen partido del día anterior en la semifinal frente al Real Madrid y el buen sabor de boca que dejó en todos los aficionados malagueños en su presentación, ayer sábado en la final ante el conjunto azulgrana no salió prácticamente nada, lo que provocó cierto bajonazo, tanto entre los jugadores como en la grada tras el subidón de la noche del viernes.

Como comentaba tras el primer partido del conjunto malagueño en esta Supercopa no sería lógico ni tampoco justo hacer un juicio de valor sobre el equipo con tan poco recorrido. Es normal y más teniendo en cuenta las numerosas incorporaciones que ha tenido el Unicaja, que los costasoleños aún no tengan esa consistencia ni esa continuidad deseada para mantener ese buen tono y nivel que tuvieron en el encuentro anterior.

El Barcelona, bien es cierto, que realizó un partido muy serio y puso en muchos problemas a un Unicaja que, con excepción de los primeros minutos, siempre fue a remolque del conjunto catalán, que tal vez tuvo la jornada anterior un menor desgaste y un encuentro mucho más plácido, ante el Herbalife Gran Canaria. Otra escuadra que ha realizado múltiples cambios en su plantilla y que ha pesar de las bajas de Navarro y de Samuels demostró su profundidad de banquillo y la calidad y el talento de sus jugadores, entre los que destacaron Arroyo que llevó el ritmo y el peso del ataque del Barca y Pau Ribas que fue designado como jugador mas valioso de la Supercopa.

El Martín Carpena se volvió a poner sus mejores galas para vivir la segunda jornada de esta competición que inaugura oficialmente la temporada 2015/16, calentando motores con el concurso de triples ganado por Carroll, aunque ayer daba la sensación desde un principio que el ambiente era menos caliente que el día anterior, quizás por el propio desarrollo del partido, pero en ningún momento se llegó al nivel del viernes noche.

Culmina este primer fin de semana de competición con una valoración global por lo que hemos visto en estos dos partidos bastante positiva. Hendrix tiene muy buena pinta, es un pívot que se hace grande en la zona y que tiene mucha movilidad y calidad. La línea exterior tiene puntos en sus manos y hay que darles tiempo para que consigan esa regularidad y acople necesarios para dar un buen rendimiento, dos aleros altos que pueden anotar dentro y fuera, un trío de bases que ofrece muchas combinaciones y posibilidades...

Un equipo el de este año que tiene mucha versatilidad y que ya ha ofrecido una muestra de lo que puede dar de sí. Es cuestión de tiempo y de trabajo, de eso seguro que no va a faltar, para que se vayan adquiriendo los mecanismos del juego que le gusta realizar a Joan Plaza.

Época típica de altibajos entre las que el Unicaja tendrá que ir superándola de la mejor manera posible, puesto que la semana que viene ya comienza la competición de lleno, tanto la Liga Endesa como la Euroliga y siempre un comienzo sólido es la mejor manera de ganar en confianza y en tranquilidad de cara a desarrollar el trabajo.

*Dani Romero es exjugador del Unicaja