El baloncesto, por fin, ha vuelto. Tras el exitoso y feliz aperitivo del Eurobásket, con la selección española en lo más alto, la temporada ACB regresa tras cuatro largos e interminables meses de parón. Este fin de semana, la Liga Endesa vuelva a las pistas de toda España y ayer, en la sede de Endesa en Madrid, patrocinador de la competición, se vivió la puesta de largo en una gala en la que no se anunció todavía el compromiso televisivo con Movistar Plus.

Cuando Francesc Roca, el presidente de la ACB, subió al estrado, todas las miradas se dirigieron a él. Más que por su exposición de lo que está por venir en las pistas, por ese compromiso ya cerrado con la plataforma. Pero Roca tan sólo explicó que se anunciará «muy pronto» un acuerdo televisivo. Aunque se esperaba que ayer ya se hiciese público el compromiso con Movistar Plus, que se ha hecho con los derechos de la Liga ACB, se ha aplazado unas horas. Hoy o mañana se darán a conocer los términos del nuevo contrato. Un acuerdo muy ventajoso que hará que el Unicaja, por ejemplo, ingrese 350.000 euros la próxima temporada. Una cantidad que aumentará para la siguiente, cuando Movistar no tenga que compartir con Televisión Española los derechos audiovisuales y los tenga en exclusiva.

Por ahora, el único compromiso sellado y vigente, es con Endesa quien, por boca de su presidente, Borja Prado, mostró alegría por cumplir su quinta temporada junto al baloncesto de elite español. La Liga cogió el guante y agradeció que Endesa aportara luz en momento de tinieblas y crisis económicas.

El acto estuvo guiado por el exjugador Juanma López Iturriaga y el periodista Antoni Daimiel, y contó con la presencia de cinco jugadores y otros tantos entrenadores. Entre ellos Dani Díez, el alero del Unicaja, que compareció como la sangre nueva de esta ACB, junto a Guillem Vives (Valencia) y Juancho Hernangómez (Estudiantes). Otros dos veteranos e históricos, como Juan Carlos Navarro (FC Barcelona) y Felipe Reyes (Real Madrid), también participaron en la tertulia, en la que salió a la luz la bronca en el vestuario del Barça durante la celebración de la Supercopa, desvelada por La Opinión. El senegalés Diagné se enojó muchísimo al verse rociado de cava, ya que es musulmán y su religión le impide entrar en contacto con el alcohol. Eso hizo que se fuera de muy malos modos del vestuario, lanzando puñetazos al aire, a las puerta del vestuario y a alguna taquilla exterior. «No hubo ningún pómulo morado, como ha dicho algún periódico», dijo Navarro.

Dani Díez, ambicioso. Dani Díez se mostró muy ambicioso y explicó que el Unicaja puede competir por «jugar finales». «Nos hemos reforzado bien y hemos demostrado que podemos ganar a un equipo que lo ha ganado todo como el Madrid. Esperamos ahora poder competirles todos y poder incluso luchar por estar en las finales».

Antes de esa tertulia, la ACB quiso rendir homenaje a la selección nacional, con un vídeo emotivo y pasando por una gran pantalla los rostros y nombres de todo el equipo, incluido el de los dos malagueños del staff: el entrenador ayudante Ángel Sánchez Cañete y el del médico Carlos Salas.

Tras la tertulia con los cinco jugadores, el humorista e imitador Raúl Pérez realizó imitaciones de varios personajes famosos, por hilo telefónico. Así, la gala se puso en contacto con el tenista Rafa Nadal, los futbolistas Sergio Ramos y Andrés Iniesta, el presentador del programa «Redes», Eduard Punset; con la modelo y presentadora Eva González, el periodista especializado en Fórmula Uno, Antonio Lobato; el presentador de «Saber y Ganar», Jordi Hurtado; y el cocinero Alberto Chicote.

Aíto y las faltas tácticas. Los entrenadores tomaron luego la palabra. Y no cualquiera... Al escenario subieron cinco campeones de Liga, con Aíto García Reneses y sus nueve Ligas con el Barça a sus espaldas. Por cierto que el madrileño, ex del Unicaja, apostó por abolir «esa falta táctica de las salidas de contragolpe» porque «lo bonito del baloncesto es correr» y señaló que al menos debería señalarse «falta antideportiva».

Junto a Plaza también estuvo otro exentrenador del Unicaja, como Luis Casimiro -al que Iturriaga confundió continuamente con Salva Maldonado (cuñado de Plaza)-, y el técnico del Real Madrid -Pablo Laso- y del Xavi Pascual -FC Barcelona-.

Los que más saben del baloncesto charlaron sobre los avances de la Liga y se congratularon del buen nivel de la competición, destacando la tremenda presión a la que están sometidos habitualmente en sus cargos. Ahí sí que hubo complicada entre los técnicos de los grandes enemigos del deportes español, Real Madrid y Barcelona.

La gala acabó con una foto de familia de todos los participantes del acto, a la que también se unió el presidente de la Federación Española, José Luis Sáez. Él, como todos, también subió con una bufanda de la Liga Endesa.