Jordi Bertomeu, presidente ejecutivo de la Euroliga, confirmó ayer en Madrid en el transcurso de un desayuno informativo, el nuevo reparto económico para la máxima competición continental que este diario adelantó el miércoles, y que supone que el campeón de la competición tendrá un nuevo aliciente, ya que además del título se embolsará un millón de euros.

Así, el vencedor de la final a cuatro, que se disputará en el Mercedes Benz Arena de Berlín del 13 al 15 de mayo de 2106, ganará un millón de euros; el finalista, 400.000 euros; el tercero, 200.000 euros y el cuarto y último equipo en Berlín, 100.000 euros.

Las recompensas económicas para los equipos participantes en la Euroliga sufren un sustancial aumento en lo económico y así cada partido ganado que era recompensado con 7.000 euros pasa a estar dotado con 35.000. Igualmente, el campeón pasa de 250.000 a 1 millón, mientras que el finalista se embolsará 400.000, el tercero 200.000 y 100.000 para el cuarto clasificado.

Además, cada uno de los clubes clasificados, entre ellos los españoles Real Madrid, FC Barcelona Lassa, Laboral Kutxa y Unicaja, tendrá un fijo de 150.000 e por participar en la máxima competición de clubes del viejo continente.

«Les guste o no a algunos, estamos creciendo. La Euroliga se verá en 202 países y el presupuesto va a aumentar en un 20 por ciento, de 27 a 30 millones de euros, en parte gracias al sistema de competición», subrayó Jordi Bertomeu.

Este aumento significativo viene dado por el «nuevo sistema de distribución económica». «Hasta ahora, las tres cuartas partes de lo recaudado en cada país se debía redistribuir entre los equipos participantes de ese país, mientras que ahora esa cantidad se queda en el 47 por ciento, pasando el resto, el 53 por ciento, a repartirse por méritos deportivos», dijo Bertomeu. «Además, cada equipo tiene de salida 150.000 euros asegurados", añadió.

Otra de las novedades de la actual temporada es «la puesta en marcha de un programa de fair play financiero, que en esa primera fase no tendrá «castigo» a los clubes por su incumplimiento, «aunque si en sucesivos años».

La Euroliga, por boca de su presidente, dijo estar «preocupada por las faltas tácticas y por tiros libres al final de los partidos, que los hace interminables».

Por lo que respecta a las «ventanas» en el calendario que la Federación Internacional (FIBA) pretende instaurar a partir de 2017 para que las selecciones jueguen partidos internacionales, Bertomeu apuntó que «todo sigue igual, por el momento».

«En el contexto actual, los clubes no están para parar las competiciones en esas ventanas», finalizó Jordi Bertomeu.

Así, la Euroliga comienza la próxima semana para el Unicaja con la disputa en el Martín Carpena del primer partido de la primera fase ante el Brose Basket alemán (jueves a las 20.45 horas). Los otros cuatro rivales de su grupo son el CSKA ruso, el Maccabi de Israel, el Darussafaka turco y el Sassari italiano.