Pocas veces en el baloncesto un jugador renuncia a ganar dinero para irse a otro club. Richard Hendrix, el nuevo pívot del Unicaja, es uno de ellos. El pívot de 2,03 metros y nacido en Alabama (EEUU) hace 28 años, ha ganado en el Lokomotiv ruso más de dos millones de euros libres de impuestos en las dos últimas temporadas. Ahora, en Málaga, su sueldo se reduce drásticamente, pero para él eso no es lo importante, tal y como ha explicado este mediodía en su presentación oficial con el Unicaja.

"Eso que dices sobre el dinero es verdad, pero te confieso que no le presto mucha atención al dinero. En el baloncesto, mi motivación es luchar por grandes proyectos y jugar en grandes clubes, luchar por campeonatos, y venir aquí es un gran paso para mi carrera. El Unicaja es un gran club, tiene una gran organización, tiene una gran reputación, tanto en España como en Europa, y quiero seguir progresando aquí. Estoy muy feliz por estar en el Unicaja", explicó Hendrix, que ha fichado por una única temporada.

"El Unicaja es un gran equipo, un oportunidad muy buena para mí, con grandes objetivos, tendré grandes experiencias. Es un gran equipo y quiero formar parte de este proyecto" dijo Hendrix, que se mostró en todo momento muy implicado: "Quiero ayudar en lo que pueda a este proyecto, aportado lo que pueda, con la intensidad y mi talento, y seguir progresando".

Hendrix, de 2,03 metros, -es un poco más pequeño que Carlos Jiménez, con quien compartió su presentación pública, con el camiseta y el dorsal número siete, cree que hay un gran juego interior: "La mayoría de jugadores son compañeros de mucho talento. Hay un gran grupo de jugadores españoles, muy conocidos. Tengo un gran respeto por todos, como Carlos Suaréz y Fran Vázquez. También conozco a Will Thomas".

En 2009/10 fichó por el CB Granada, en su primera experiencia fuera de Estados Unidos. Al terminar su periodo universitario en Alabama, en 2008, llegó a Golden State, pero sólo jugó en la D-League, con Bakersfield y Dakota, así que hizo las maletas. Del jugador que llegó a la ACB al que ahora ficha por el Unicaja hay grandes cambios.

"He crecido mucho, personalmente y deportivamente. Vine a Granada sin ninguna experiencia en el baloncesto europeo, y todo lo que me ha pasado me ha ayudado a crecer. A nivel técnico, físico, en todos los sentidos, y estoy en un buen momento. La ACB me ayudó a ser más duro, a ser un mejor jugador, soy más fuerte ahora, conozco el juego, en mi carrera he progresado, la experiencia en la ACB me ayudó realmente", señaló el pívot, que ha disputado el Eurobásket con Macedonia, ya que tiene doble nacionalidad.

Hendrix llevará a la espalda el número 7. Explica el porqué. "Siempre llevé el número 35. Era el número que llevaba mi padre, y lo tuve en el instituto y en la Universidad. También lo llevé en Granada. Sin embargo, cuando llegué al Maccabi no pude, porque sólo se podía llevar del número del 4 al 15 y entonces busqué un número que pudiera ser como el 35. Y llevé el 5. Después me fui a Millán, y volví a tener el 35. Pero fue un año muy malo para mí, no tuve buenas sensaciones. Así que cuando fiché por el Lokomotiv busqué otra vez un número parecido al 35. ¿Qué hice? Pues como el 5 que llevé en el Maccabi multiplicado por el número 7 da 35, me quedé con el 7. Y me está yendo bien con él, así que me lo he quedado".

Hendrix se incorpora tarde al equipo, tras el Eurobásket, por eso él no quiere pensar ahora en grandes objetivos ni en la posibilidad de competir con Real Madrid o Barcelona en la ACB, sólo en entrar lo más pronto posible en la dinámica del equipo.

"Lo que quiero ahora es trabajar duro, aprender los sistemas, y conocer a mis compañeros. Y el éxito vendrá por ahí".

Hendrix se ha mandado mensajes con Joan Plaza durante el verano. Confiesa que es un entrenador con el que se ha enfrentado y que le ha llamado siempre la atención cuando ha jugado contra él. "Durante el verano nos enviamos mensajes, he jugado varias veces contra él, me ha llamado la atención la forma en la que juegan sus equipos, y ahora quiero conocerle y aprender de él".

Hendrix es una persona vitalista y que tiene una gran vida social fuera de las canchas. En youtube hay vídeos en los que se le ve cantando y tocando la batería. Sin embargo, el pívot confiesa que es una parte de su vida que ya pertenece más al pasado y que ahora se va a centrar en su "gran pasión": "el baloncesto". "No haré más eso en mi carrera (risas), sólo pienso en jugar al baloncesto. El baloncesto es mi trabajo, mi pasión. Puede que en Málaga descubra otro talento, cantar no. Probablemente, la cocina".

Hendrix ya ha jugado en el Martín Carpena. Lo hizo con el CB Granada, y recuerda bien la "pasión" con la que se viven en Málaga los partidos. "Sí, me acuerdo de cuándo jugué en el Carpena. Faltaban seis partidos para terminar la Liga y recuerdo que hacíamos cuentas, porque podíamos jugar los play off, y uno de esos partidos era en Málaga. Aquí viví una gran atmósfera, fue muy divertido, con mucha pasión. Continuidad. Te da mucha energía pone mucha pasión. El problema fue que nos pasaron por encima", finalizó.