Enorme victoria del Unicaja la noche de ayer en Tel Aviv, en una de las pistas con más tradición y encanto de las que nos podemos encontrar en el Viejo Continente. El viaje a Israel siempre es diferente a los otros, muy parecido al de Moscú en algunos aspectos, pero muy diferente en muchos otros. Es un desplazamiento largo con muchas horas de vuelo, pero sobre todo muchas de espera en los aeropuertos, principalmente en el de ida, donde pasas cien mil controles, cuestionarios, incluso en muchas ocasiones tienes que bajar a revisar el equipaje.

Al llegar a Tel Aviv y salir del aeropuerto ya te das cuenta de que no has aterrizado en un lugar cualquiera, aquí la seguridad es extrema, el ejército está por todas partes y armados hasta los dientes. El traslado al hotel también tiene su encanto por la singularidad del país. Y lo más emocionante de todo, por lo menos para los aficionados al deporte de la canasta, llegar a uno de los escenarios más emblemáticos y con más historia del baloncesto europeo, el ahora llamado «Menora Mivtachim Arena», pero que a mí me gusta referirme a él por su antiguo y mas conocido nombre de «Yad Eliyahu». O, para que nos entendamos, «La Mano de Elías», tiene mucho mas encanto. En este mítico escenario consiguió ayer el conjunto malagueño su primera victoria como visitante en esta edición de la Euroliga y segundo triunfo en otros tantos partidos. Y lo hizo de la mejor manera posible demostrando que es mejor equipo que el Maccabi, o por lo menos mucho más armado y con las ideas mas claras.

Si hay una manera de ir creciendo de forma sólida, esa es la que está llevando a cabo el Unicaja. Cada día y cada partido da un paso adelante y muestra unas credenciales que le hace de momento, y ya es mucho, hacer algo que es lo primero que desea su entrenador, y es ser siempre competitivo. Tiene que dar igual las condiciones en las que se llegue, el sitio en el que se juegue, al igual que que el potencial del rival que se tenga enfrente. Lo importante es competir en cualquier sitio y ante cualquier adversario.

El equipo verde va cogiendo forma, y el perfil que se dibuja nos encanta a todos los aficionados cajistas. Es un conjunto con talento y sobre todo con mucha personalidad. Las incorporaciones van cogiendo su sitio y su rol, y demostrando el por qué de su fichaje. Jugadores como Smith, Nedovic o Hendrix fueron importantes y aparecieron en los momentos calientes donde la pelota quemaba más.

Y mención aparte merece Kuzminskas. El jugador lituano es ahora mismo el más desequilibrante de la plantilla, está en un momento de forma increíble y a su talento natural y su calidad se le une su crecimiento, tal y como le pide su entrenador, en el apartado defensivo. Ahora tiene protagonismo en las dos partes del campo y su aportación y regularidad en este comienzo de temporada lo está agradeciendo, y de qué manera, el equipo. Este Unicaja 15/16 avanza despacito, con buena letra y con paso firme, y lo mejor de todo, tiene mucho margen de mejora. De momento disfrutemos del buen comienzo de nuestro equipo y de la gran vitoria en un escenario maravilloso y ante un rival de enjundia como el Maccabi.