Nunca un debutante en la Euroliga ha pretendido hacer tanto «ruido» como quiere esta temporada 2015/2016 hacer el Dogus Darussafaka, rival del Unicaja el próximo viernes en el Martín Carpena (20 horas/Movistar+), en la tercera jornada de la primera fase de la Euroliga.

Los de Estambul -gracias al impulso de su patrocinador- lograron el pasado verano una invitación por parte de la máxima competición continental, aunque su objetivo no es salir solo a competir sino asentarse desde ya en la elite y convertirse en un clásico de la competición. Por dinero, desde luego, parece que no va a ser. Y por ilusión, tampoco.

El equipo turco, entrenado por un clásico de esta competición, Oktay Mahmuti, se ha construido prácticamente de cero. Tiene 11 jugadores nuevos respecto a la pasada campaña, después de un mercado veraniego en el que fue capaz de reclutar a nombres de primer nivel europeo como el alero internacional turco Emir Preldzic, ex del Fenerbahce. Buen movimiento fue también el fichaje de Reggie Redding (Alba Berlín), tras dos buenas temporadas en Alemania. Por dentro, su batería parece inagotable: Erden, Savas, Milko Bjelica o el exmadridista Marcus Slaughter. En definitiva, mucha madera como para no pensar en, al menos, estar en el Top 16.

Con un presupuesto para este curso de cerca de 18 millones de euros, el Darussafaka ya mostró sus credenciales en la pasada Liga turca. De hecho, el rival cajista de este viernes plantó los primeros cimientos de su millonario proyecto la pasada campaña. Con jugadores como Jordan Farmar, Jamon Gordon, Lynn Greer, John Shurna, Gasper Vidmar o Renaldas Seibutis, el conjunto estambulí concluyó la Fase Regular liguera en la tercera posición, con un bagaje de 21 victorias y 9 derrotas. Por delante suyo, solo los dos «grandes» del baloncesto otomano: los potentes Fenerbahce Ulker (23-7) y Anadolu Efes (22-8).

El Darussafaka encaró el play off como uno de los aspirantes a todo en Turquía, sin embargo falló a la hora de la verdad. El Trabzonspor de los exACB Novica Velickovic o Kaloyan Ivanov pasó por encima de ellos, dejándolos fuera de las semifinales, contra todo pronóstico.

La verdad es que la Liga turca (bautizada este año como Basketball SuperLeague o BSL) se puede considerar una de las más competitivas del continente. Para algunos incluso el calificativo de «Mejor Liga de Europa» que ha ostentado siempre la Liga Endesa está en entredicho ante el imparable ascenso económico y de recursos humanos del básket otomano.

Y es que los megaproyectos de Fenerbahce y Anadolu Efes siguen creciendo de forma exponencial, mostrando un músculo financiero absolutamente fuera de órbita en estos años en los que la crisis ha mermado el crecimiento y la competitividad en otros muchos países, entre ellos en España. Pero además aparecen otros clubes en el horizonte dispuestos a todo, como el propio Darussafaka Dogus. El Banvit, por ejemplo, se presenta otra vez como el eterno outsider (este domingo pasado ganó al Efes de Jayson Granger). Besiktas y Galatasaray parecen tomar también aire en el aspecto económico realizando fichajes de envergadura. Y, por supuesto, en la lista de equipos turcos con aspiraciones hay que nombrar al Pinar Karsiyaka, que logró lo imposible el pasado curso: llevarse el título liguero en lo que podemos calificar la mayor sorpresa del básket continental en la pasada campaña, junto al título del Hapoel Jerusalén en Israel, por delante del Maccabi Tel Aviv.

Que el Darussafaka es el nuevo «rico» de esta Euroliga está fuera de toda duda, aunque por ahora los resultados tampoco evidencian que el proyecto está consolidado. A Málaga llegarán con una victoria y una derrota, tras dos jornadas. Ganaron en su pabellón, en el estreno de la Euroliga, al Dimano Sassari (83-74), pero cedieron la pasada jornada sin ninguna opción de triunfo en su visita a la pista del Brose Baskets alemán, 86-76.

El viernes, el nuevo millonario de Europa debutará en el Carpena. Será un partido clave para el Unicaja, que puede poner tierra de por medio ante un rival directo.