Nada como una buena noche continental para ahogar las penas del fin de semana pasado contra el Baskonia. La Euroliga vuelve a Málaga esta noche con un partidazo. El Darussafaka turco, un equipo de nombre tan impronunciable como desconocido, pero de un potencial humano y económico estratosférico, examina esta noche (20 horas) el buen momento de los verdes en Europa, con ese ilusionante 2-0 que luce en la clasificación después del estreno triunfal ante el Brose alemán y de asaltar La Mano de Elías del todopoderoso Maccabi de Tel Aviv.

La verdad es que hoy es un día muy importante para esta primera fase europea. Estamos solo en el tercer partido, es verdad, pero ganar esta noche significaría dar un salto de gigante camino del Top 16. Los de Estambul son un rival directísimo del Unicaja en busca de los cuatro billetes que otorga este Grupo D para la segunda fase. Ponerse hoy 3-0 y dejarlos a ellos con 1-3 sería sumar una gran ventaja, sobre todo pensando que la próxima semana el equipo de Joan Plaza repetirá como local, ante el Dinamo Sassari italiano. Y si ese día cayera el 4-0...

Cuentos de la lechera al margen, lo mejor es pensar día a día. Para esta cita ante los otomanos es baja Germán Gabriel. El canterano no se ha recuperado de una distensión en el adductor de su pierna derecha. Su puesto en el róster lo ocupará hoy Kenan Karahodzic.

El rival llega a Málaga con dudas. El arranque no ha sido el esperado para sus rectores y aficionados. Llamados a ser una de las sorpresas de la competición, su derrota de la semana pasada en Bamberg, unida a otra derrota el fin de semana en la Liga de Turquía, les hace afrontar el duelo de hoy con cierta urgencia de, al menos, mostrarse como un equipo competitivo.

Habrá que ver qué aspecto ofrece hoy la grada del Carpena. No exagero nada si digo que éste es un partido para llenar el Palacio. Hay mucho en juego y un rival de pedigrí. Sin embargo, todo lo que pase de 7.000 aficionados creo que se daría casi por bienvenido. La verdad es que Málaga no se está volcando con la Euroliga. Y es una pena. La Champions del básket es un lujo que aquí tenemos la suerte de disfrutar y que mucha gente no aprecia. Cualquier equipo de Europa «mataría» por jugar hoy como local contra el Darussafaka. El Valencia, el CAI, el Unics Kazan, el Partizán... Decenas de equipos en Europa querrían estar en el pellejo del Unicaja. Por eso es una lástima que el Carpena no se quede pequeño cada jueves o viernes que abre sus puertas para un partido de la Euroliga. Cuando no la tengamos, llegarán las lamentaciones. Tiempo al tiempo.

Hoy, desde luego, no hay excusas. Mañana no hay cole, es Halloween y las 20 horas permite ver el básket y luego salir a cenar con los amigos. Tiene pinta de partidazo. Ojalá acabe bien para los verdes.