La Euroliga tiene una máxima que nadie puede saltarse bajo ningún concepto: están prohibidas las confianzas. Por mucho que tu rival sea el colista del grupo, por mucho que tu rival lleve una victoria en 13 partidos o por mucho que tu rival haya tenido incluso problemas para «competir» en los últimos choques continentales, confiarse en la Euroliga es sinónimo de derrota segura. Es lo que tiene jugar cada jueves o viernes contra los mejores equipos del continente en la Champions del básket o en la NBA de Europa, cada uno que elija el símil que prefiera.

El caso es que el Unicaja recibe esta noche en el Martín Carpena al Dinamo Sassari italiano (20.45 horas) en un partido que puede significar el pase virtual de los verdes al Top 16, todavía con más de media liguilla por delante en esta primera fase. Los verdes, con 3-0, pueden colocarse con un pleno de cuatro victorias en cuatro jornadas y empezar a pensar más en «evitar» rivales en la siguiente fase que en los apuros habituales de las últimas temporadas para colarse entre los 16 mejores.

El equipo comparece ante su gente después de uno de los peores partidos de la «era Plaza». Las cosas como son: la derrota de Bilbao el pasado domingo fue muy «fea». Los jugadores y el cuerpo técnico lo saben y esta cita ante el campeón de Italia debe servir para borrar definitivamente esa mala imagen ofrecida en Miribilla. Porque una cosa es perder y otra es lo que pasó el otro día frente a los «hombres de negro».

Plaza cuenta con toda su gente incluido Germán Gabriel, que parece recuperado de sus problemas musculares. El veterano ala-pívot canterano parece que se vestirá esta noche, aunque habrá que esperar a su evolución de estas horas previas al partido.

El Dinamo Sassari llegó ayer a Málaga también con su «12» de gala. Romeo Sachetti tienen un equipo con un juego muy anárquico, en el que «mandan» en ataque los bajitos, en el que los grandes son muy atléticos y que juega a meter más que el rival, sin preocuparse de defender mucho más de lo estrictamente necesario. Desde luego, parece un rival perfecto para pagar los platos rotos de Miribilla, pero...

Una de las incógnitas a despejar hoy es cómo responderá la afición cajista ante un partido como éste. La Euroliga se ha convertido de un tiempo a esta parte en una competición que no despierta «pasiones» entre los aficionados verdes. La semana pasada, el Darussafaka llegó al Palacio con media selección turca y un equipazo de nivel de Top 8, aunque en la grada hubo casi más plástico que personas.

El Dinamo Sassari tampoco tiene mucho tirón mediático y habrá que ver cómo reaccionan los aficionados. Es un partido tan, tan, tan importante, que merece por sí mismo un «casi lleno». Y es que para recuperar la Licencia A -o como se llame lo que sea a partir de ahora- hay que poner todos un poco de nuestra parte. El club ha fabricado un buen equipo, Plaza y sus chicos llevan 3 de 3. Está claro que ellos están cumpliendo en los despachos y en la pista. Ahora solo faltan por cumplir los aficionados. No se puede protestar ni decir que el equipo merece la Euroliga si la ciudad da la espalda a la competición. Cada cual que recapacite. Pero hay mucho en juego. Y para solucionar el problema se necesita la aportación de todos.

Esta noche toca partidazo europeo. Se recupera la hora tradicional de las 20.45. Visita Málaga todo un campeón de la Lega. Por delante hay 40 minutos para acariciar el Top 16. El esfuerzo vale la pena.