Buenos resultados, pero malas sensaciones. Es el DNI que muestra el Unicaja en este inicio de temporada. Es verdad que el equipo no acaba de «entusiasmar» a sus aficionados, que es muy irregular en su juego, que no tiene la consistencia del curso pasado y que alterna buenos y malos minutos incluso dentro de un mismo cuarto. Pero no es menos cierto que los resultados, por ahora, son muy buenos. Y es que de los 11 partidos oficiales jugados hasta ahora en las tres competiciones que ha disputado, el equipo de Plaza suma ocho victorias y sólo tres derrotas. Un más que interesante porcentaje de 72,7% de triunfos.

Quizás lo que llama la atención es que dos de esas derrotas hayan sido en la Liga Endesa -una de ellas, además, en el Martín Carpena-, una competición en la que el equipo brilló la temporada pasada, con una regularidad espectacular, lo que le permitió ser líder o colíder en 21 de las 34 jornadas de la Fase Regular.

La temporada arrancó para los verdes con la disputa de la Supercopa de Málaga. El equipo jugó dos partidos con balance de victoria, sobre el Real Madrid, en la semifinal; y derrota, ante el Barcelona, en la finalísima.

En la Liga Endesa se han disputado ya cinco partidos. El balance de los verdes es de tres victorias y dos derrotas. Se ha ganado en la pista del UCAM Murcia y al Fuenlabrada y el Iberostar Tenerife, en ambos casos en el Carpena. Los dos traspiés llegaron ante el Laboral Kutxa, en Málaga, y en la visita a Bilbao de hace un par de jornadas.

Donde los números del Unicaja son incontestables es en la Euroliga. El equipo verde ha arrancado su participación en la máxima competición continental 2015/2016 con un pleno de cuatro victorias en otras tantas jornadas. Los de Joan Plaza han ganado al Brose, Darussafaka y Dinamo Sassari, en todos estos casos en el Palacio, además de en la visita al Maccabi de Tel Aviv.

Conseguir una mayor regularidad en el juego es ahora el objetivo. Mientras, seguir ganado, es una necesidad.