Hay un selecto clubes de Europa que se puede permitir el lujo de combatir con la NBA en el plano económico. Aunque hay un mundo de diferencia todavía entre Europa y EEUU, determinados clubes se permiten algunos «caprichos». El CSKA, rival del Unicaja mañana en Moscú, es uno de esos rara avis, uno de los elegidos. Claro que con un presupuesto de 44 millones de euros puede competir contra las franquicias de la mejor Liga del mundo. Especialmente, por jugadores europeos, que ya han cumplido su sueño de jugar en la NBA y que ahora prefieren mejores sueldos en el otro lado del atlántico.

Joel Freeland no podrá vestirse de corto para recibir al Unicaja. El pívot inglés sufrió una rotura muscular de importancia en el gemelo en un partido amistoso de pretemporada ante el Galatasaray y será baja algunas semanas más. El pívot fichó este verano por el club ruso rechazando numerosas ofertas de equipos NBA cuando ya era agente libre, tras finalizar su vinculación con los Trail Blazers.

Freeland pagó su cláusula de rescisión en el Unicaja y se marchó en el verano de 2012 a la NBA. En Portland ha jugado 151 partidos, con una media de 12 minutos, 3,2 puntos y 3,4 rebotes. Tres años firmó en la franquicia de Oregon y este verano salió a mercado como agente libre. Dallas Mavericks le ofreció tres años y 6 millones de dólares. También rechazó ofertas por el salario mínimo de veteranos de equipos como Cleveland Cavaliers y San Antonio Spurs. Dos de las franquicias más importantes del universo NBA.

Pero el ex del Unicaja prefirió regresar a Europa, tener un rol importante y ganar más dinero todavía del que le ofrecían en Estados Unidos. Este año ganará en Moscú 2,7 millones de euros, sin contar los bonus. Y para la próxima temporada alcanzará los tres millones. A los 27 años, el británico vuelve a Europa tras jugar en el Unicaja a un gran nivel. En el conjunto ruso se sentirá importante de nuevo y será una pieza clave en el juego interior del CSKA. Por desgracia, no podrá jugar mañana contra el Unicaja.