Lo de esta tarde debería ser una fiesta del básket. Un duelo estelar entre los dos únicos equipos invictos en la mejor competición de baloncesto del Viejo Continente. Una especie de «batalla» cara a cara entre el gran favorito al título y una de las sorpresas de la competición... Pero el anuncio el martes por la noche del nuevo sistema de competición para la próxima campaña se ha cargado el partido antes de jugarlo. El Unicaja ya sabe que está fuera de la Euroliga 2016/2017. Un bajonazo que ha «ensuciado» el CSKA-Unicaja de esta tarde en Moscú (18.00 horas/Movistar+). Una verdadera lástima.

El golpe ha sido duro. Muy duro. En Los Guindos sigue sin haber declaraciones oficiales (un error bajo mi modesto punto de vista), pero el desánimo es evidente si nos atenemos, por ejemplo, a la rueda de prensa de ayer de Joan Plaza.

La verdad es que el equipo está en estado de shock ante las informaciones de estos últimos días. Hay tantas dudas en torno al futuro, que se hace hoy muy complicado pensar en que los jugadores sean capaces de aislarse de ese «ruido» que llega desde las altas esferas de la Euroliga.

La pregunta es: y ahora, ¿qué? ¿Pasar de todo o competir todavía con más ansia? Yo lo tengo claro: el objetivo debe ser «morir matando». No sirve de nada «tirar» ahora la competición porque no te quieran dentro de ella en el futuro inmediato. Al contrario, el Unicaja debería aprovechar estos próximos meses para callar bocas ganando en el Carpena y fuera de casa cada vez que salga a la pista y suene el I fell devotion.

Responder al desplante de la Euroliga con victorias demostraría la equivocación de quien ha decidido prescindir en el futuro de un club modélico (no debe un céntimo de euro a nadie, incluidos los que hacen mal su trabajo), con una trayectoria deportiva intachable (diez temporadas consecutivas en el Top 16) y con el mejor dueño/patrocinador del baloncesto continental.

La expedición verde, esta vez con el presidente Eduardo García a la cabeza (supongo que aprovechará el viaje para dar las explicaciones que su entrenador y jugadores necesitan) viajó ayer al mediodía hasta Moscú. Entre los viajeros está Germán Gabriel, que podría volver a vestirse tras tres semanas fuera de las pistas por problemas musculares. El resto del plantel está en perfecto estado para tratar de competir ante el que todos consideran el candidato número uno al triunfo en la próxima Final Four.

Rival poderoso. Y es que este CSKA está «fabricado» para ganarlo todo. La plantilla que tiene a sus órdenes el griego Dimitris Itoudis no tiene un solo punto débil. Ni por dentro ni en el perímetro -especialmente por fuera-. Ni en el cinco inicial ni en su inacabable fondo de armario. Teodosic, Jackson, De Colo, Vorontsevich, Hines... Lo mejor de lo mejor.

Seamos positivos y veamos el vaso de agua medio lleno (no nos queda otra): El Unicaja tiene hoy mucho que ganar y muy poquito que perder (y más en estas actuales condiciones anímicas). El CSKA y Moscú pueden ser esta tarde-noche el rival y el sitio perfectos para una reivindicación continental de dimensión mediática internacional. Lo normal es perder, sí. Pero, ¿y si el Unicaja gana hoy en Rusia, se coloca líder del grupo con 5/0 y es el primer equipo de los 24 que juegan esta Euroliga 2015/2016 en clasificarse para el Top 16?... Soñar es gratis.