­Mientras el Unicaja guarda silencio hasta que la asamblea del próximo 2 de diciembre de la Euroliga confirme el nuevo formato de competición aprobado por los 11 clubes con «Licencia A», la «marea verde» comienza a preparar reivindicaciones y movilizaciones de cara al próximo encuentro europeo del equipo en casa, el jueves de la próxima semana ante el Maccabi Tel Aviv. Falta justo una semana, pero los aficionados y las peñas del Unicaja han comenzado ya a trazar lazos de unión para que el Martín Carpena luzca sus mejores galas y la Euroliga escuche y sienta el enfado que vive la afición del equipo malagueño.

La hinchada se siente maltratada por la decisión de los equipos con «Licencia A» de reducir a 16 equipos el torneo y hacer prácticamente inviable la participación del Unicaja, salvo que gane la Eurocup o que entre -aún no se conoce el sistema ni los participantes- en una fase previa compuesta por ocho equipos.

A través de las redes sociales aparecen en los últimos días quejas de los seguidores costasoleños. Varios grupos de aficionados y también las peñas del club tratan de realizar alguna actividad conjunta para que la Euroliga escuche el próximo jueves, día 26, a las 21.00 horas el enfado cajista.

Alguno incluso se ha puesto en contacto con el propio Unicaja, para tratar de coordinar alguna acción colectiva, pero el club se quiere desmarcar de cualquier tipo de acto que aficionados y peñistas traten de realizar.

Lo más importante, y ahí es donde se está haciendo más hincapié por las redes sociales, es tratar de llenar el Martín Carpena. Cualquier protesta quedará automáticamente deslegitimada en caso de que el Palacio presente los huecos habituales que tiene en la máxima competición. Hay que tratar de que el Palacio presente la mejor cara posible.

El club ha lanzado una campaña muy ventajosa para el encuentro ante los israelíes, con entradas a dos, cuatro y seis euros en zonas determinadas del Palacio. Es decir, que por menos de lo que vale ir al cine -en la localidad más cara-, los malagueños pueden disfrutar de un partidazo en toda regla. Y es que, además de todo lo simbólico que hay en juego, visita Málaga uno de los equipos más históricos de todo el baloncesto europeo, el Maccabi Tel Aviv. Y lo hará, además, con un exjugador verde en el banquillo, el croata Zan Tabak.

Twitter está asumiendo el protagonismo de los aficionados, que han creado el hashtag #MálagaEsDeEuroliga para aunar fuerzas. Entre las propuestas que más calado están teniendo se encuentra la de organizar una gran pitada en el momento que suene en el Carpena el himno de la Euroliga. Justo antes de que arranque el encuentro, cuando los dos cincos iniciales salen a pista, los tres árbitros y los 10 jugadores de los dos equipos se sitúan en el centro de la pista, mirando hacia el palco de autoridades, con el balón de juego en un atril, y en ese momento suena el «I feel devotion».

Justo en ese momento, y según se comienza a vislumbrar ya por las redes sociales, la idea de peñistas y aficionados es silbar para mostrar el tremendo enfado existente entre la «marea verde». También se habla de cantar, justo en ese momento, el himno del Unicaja a capela.

Por descontado que habrá pancartas y mensajes a los responsables de la nueva competición continental. Aunque hay que tener en cuenta que se trata de un partido muy especial, y habrá medidas de seguridad extraordinarias, como cada vez que el Maccabi visita una cancha de baloncesto, en esta ocasión la malagueña. Los últimos atentados de París van a extremar aún más, si cabe, al seguridad. La próxima semana ya está fechada la reunión de coordinación de seguridad con la Policía Nacional y ahí se marcarán las claves.