¿Conocen A Coruña? Es una ciudad fantástica, de las más bonitas de España. Se lo digo yo, que he tenido el placer de vivir allí cinco años. Da gloria pasear por sus calles: por su avenida de la Marina, por sus Cantones -el grande y el pequeño-, su calle Real, sus plazas de Pontevedra y María Pita, su zona de Cuatro Caminos, sus playas del Orzán, Riazor y Santa Cristina... Una maravilla, de verdad. ¿Les apetece visitarla el penúltimo fin de semana del próximo febrero? Anímense y tendrán el premio extra de vivir allí en directo el espectáculo de la Copa del Rey de baloncesto, una cita hacia la que el Unicaja dio ayer un paso de gigante ganando en Badalona.

Queda todavía mucha tela por cortar, pero el equipo cajista, tras salir hace un par de fines de semana muy tocado de Andorra, ha sumado un par de triunfos seguidos que, unidos a errores de sus rivales directos, lo colocan ahora sexto en la tabla y con el camino bastante despejado para sacar el billete copero dentro de 8 jornadas, cuando eche el cierre la primera vuelta de la Fase Regular.

Los cajistas suman ahora mismo 5 victorias y un average de +31. El noveno -primero de los aspirantes que ahora está fuera de la zona de los elegidos- es el «Fuenla», con una victoria menos (4) y -16 en su diferencia de puntos a favor y en contra. O sea, más lejos de lo que parece. Es probable que con tres triunfos más podría valerles a los de Plaza. Con cuatro, desde luego, el pase está garantizado.

Ayer, el equipo estuvo bien, aunque con una desconexión en el último cuarto que ¡ay ay ay..! La verdad es que se pueden escribir perfectamente dos crónicas de los 40 minutos jugados en el Olimpic. Una, de los primeros 33 minutos, en los que el equipo estuvo soberbio, vertical, letal en ataque, contundente, dominador... Y otra, de los últimos siete minutos, en el que el equipo se vino abajo, se quedó sin ideas, no tuvo paciencia, se acongojó -por no decir que se acojonó, que hoy es fiesta y hay niños leyendo prensa escrita y digital- y se dejó casi empatar por el último arreón del rival, cuando lo tenía todo de cara. Así es nuestro Unicaja 2015/2016. Por minutos bueno o muy bueno y por minutos malo o desesperante.

Lo que no se puede negar es que ayer el equipo supo gestionar su ansiedad, su cansancio acumulado y sus bajas en la pintura en un partido incómodo, ante un rival incómodo y en un ambiente incómodo. Por eso tiene mucho mérito el triunfo, aunque los últimos minutos nos dejaran un mal sabor de boca por tener que sufrir más de la cuenta después de no rematar al rival cuando había sacado la bandera blanca y pedía a gritos el bocinazo final.

La victoria, además, vale por dos porque el Joventut es rival directo por una plaza copera. De hecho parece que los puestos de A Coruña se van definiendo. Valencia, Real Madrid, Barcelona, Baskonia y Obradoiro (anfitrión) van a estar sí o sí. Quedan tres plazas más por cubrir. A día de hoy serían para Herbalife Gran Canaria, Unicaja y Joventut. Queda un mes y pico para el corte, pero tiene pinta de que no habrá muchos cambios respecto a esta clasificación actual. Quizás, ninguno.

En líneas generales fue un buen partido de casi todo el equipo. Salvo alguna excepción que tampoco viene al caso. Los dos escoltas, por ejemplo, sumaron 30 puntos (18 de Jackson y 12 de Smith). Será difícil que el Unicaja pierda un solo partido en lo que resta de temporada, ni en Liga Endesa ni en Euroliga, si entre los dos «morenitos» exteriores suman 30 puntazos. También brilló después de unos partidos algo más apagado Mindaugas Kuzminskas. El lituano hizo 17 puntos y muchísimo daño con su dentro-fuera a la defensa de la Penya. Mejoró su imagen también respecto a partidos precedentes Fran Vázquez, sin fallo en sus cuatro lanzamientos a canasta.

Pero hoy me quedo con el nombre propio de Alberto Díaz. El canterano fue el tercer base en salir al parqué, pero igualó en tiempo en pista a Nedovic y jugó minutos de muchísima calidad. El malagueño gana peso en la rotación día a día y ésa es una gran noticia para el presente y para el futuro del Unicaja.

No hay que venirse tampoco muy arriba no sea que la caída sea más dura, pero el Unicaja va cumpliendo objetivos. Pasado con buena nota el trago de ayer en Badalona, ahora hay que pensar en la doble cita de esta semana. El jueves, en Cerdeña, contra el Dinamo Sassari. Y el domingo, en el Carpena, contra el Barcelona. Será ya con Jack Cooley en la plantilla y, ojalá, con Richard Hendrix.