La «marea verde» ha vuelto a viajar con el Unicaja. Lo que era un hecho habitual hace sólo un lustro, con chárters fletados por el club al que decenas de aficionados podían apuntarse para poder viajar junto a los jugadores y cuerpo técnico, ahora son un rara avis. Pero ayer, 15 quisieron vivir esas sensaciones, apoyar al equipo y, de paso, hacer turismo por Cerdeña durante la tarde y todo el día de hoy. Sobre las 11.50 horas llegó el equipo al mostrador de facturación del Aeropuerto, con Eduardo García, el presidente del club, y Carlos Jiménez a la cabeza.

Los seguidores no tardaron en buscar a jugadores para poder fotografiarse con ellos. Fue muy requerido, en su primer desplazamiento, el pívot Jack Cooley, al que se vio animado e integrado con sus nuevos compañeros. Poco después los expedicionarios se montaron en el avión que trasladó al equipo a Cerdeña, un CRJ 200 de 50 plazas, pequeño y acogedor, que hizo que el viaje aún fuese más en familia. El vuelo no iba lleno, con hasta 12 plazas libres.

Tras poco más de una hora y media de vuelo sin incidencias, incluido catering de sandwiches (pollo/pastrami/queso), el equipo aterrizó en el aeropuerto de Alghero, donde espera un microbús para los aficionados y un autobús del club anfitrión para el Unicaja, que fue a Sassari, a escasos 30 kilómetros.