El Unicaja miraba el jueves por la noche con un ojo a Estambul, porque allí jugaban Darussafaka y Maccabi, en pugna por ser cuartos del Grupo D y acceder así a la última de las cuatro plazas que dan acceso al Top 16 y que hace tiempo que se ganó el equipo malagueño. El Maccabi debía ganar por 11 o más puntos de renta, ya que en Tel Aviv perdió contra el Darussafaka. Pero lejos de remontar, el Maccabi de Zan Tabak llegó a los últimos minutos perdiendo por 10. Los macabeos llegaron a empatar el marcador en el último minuto y, ante el asombro de todos, se dedicó a dejar pasar el tiempo en sus últimas posesiones, sin atacar el aro del Dogus.

¿El motivo? Trataba de forzar la prórroga y lograr en esos cinco minutos extra lo que no consiguió antes: ganar por 11 puntos en Estambul. De esta forma, se vieron momentos esperpénticos, con lanzamientos desde el tiro libre que ni siquiera lograron tocar el aro. El Darussafaka, además, tampoco lograba anotar en sus ataques, por lo que todo apuntaba a ese final, con un testigo de excepción, el árbitro malagueño Daniel Hierrezuelo.

Sin embargo, el Maccabi cometió una falta en la lucha por un rebote y se le fastidió el "invento". Llegado a ese punto, el Dogus le pagó con la misma moneda. Sólo anotó una personal y obligó al Maccabi a tener que forzar un tiro libre para empatar. Pero nadie del equipo turco amenazó si quiera con rozar a un jugador de amarillo, por lo que no pudo hacer nada para lograr su cometido. El Maccabi acabó ganando el partido, pero no le sirvió de nada. Está eliminado y, junto al Milan, es un equipo con Licencia A que se queda sin Top 16 y deberá jugar a partir de ahora la Eurocup.