Ron Nelson es un pastor asociado a la iglesia Baptista que siempre trató de inculcar a sus hijos la cultura del esfuerzo y de la superación. Se casó con Denisse, una peluquera de Oakland y allí nacieron sus cuatro hijos. Darnele, es el hermano mayor, después nació Kesia, el tercero fue DeMarcus y por último, el benjamín de la familia, Darius. Sólo desde esta perspectiva es posible entender al nuevo jugador de Unicaja, DeMarcus Nelson. La lucha, la superación y la familia han sido las claves de su carrera y de su vida. La familia se trasladó pronto a Vallejo, la décima ciudad de la Bahía de San Francisco. DeMarcus destacaba en todos los deportes, sobre todo en el fútbol americano, el baloncesto y el béisbol. Acudió a «Vallejo High School» porque allí estaba su hermana Kesia pero después de tres años dejaría esta escuela. Las fricciones dentro del equipo de baloncesto y la baja calidad académica de la institución le llevaron a St. Mary´s.

Nelson destacó como un anotador letal y rompió todos los récords del estado de California en anotación, pero los veteranos del equipo nunca asumieron su liderazgo y eso les llevó a cosechar varias derrotas importantes. En St. Mary´s habían estudiado sus padres y allí lo esperaba el coach José Caraballo que le comparaba con uno de los grandes «la única persona con la que puedo compararle es con Jason Kidd». Entonces comenzaba a ser conocido como «Ice Man» por su frialdad y resolución en los segundos finales.

Las universidades tocaban a su puerta y DeMarcus esperaba poder ir a su universidad preferida: Arizona. Pero de repente apareció Duke. «Coach K» apareció en su casa y le dijo a su madre que lo necesitaba en su equipo y que nunca había hecho esto por ningún jugador, pero que Nelson era especial. Eran los tiempos en que el baloncesto colegial de San Francisco se paraba para ver sus duelos con Sebastián Telfair, la otra gran estrella del momento.

Todo iba sobre ruedas pero aparecieron las lesiones. Con los «Blue Devils» sufrió un desgarró de un tendón de su pulgar, una muñeca rota, una fractura del tobillo y una infinidad de pequeñas lesiones que hubieran terminado con cualquiera, pero no con el hijo del Pastor Ron. Estas lesiones y los sistemas de trabajo de Mike Krzyzewski le transformaron de un anotador puro a un jugador completo que destacaba en defensa. Su especialidad no eran los grandes números, sino «secar» a las estrellas rivales. Entre sus víctimas preferidas había un jugador de la Universidad de Davidson llamado Stephen Curry. O Wayne Ellington, líder de North Carolina.

No fue elegido en el draft de la NBA pero siguió luchando y se volvió a levantar. Su magnifica actuación en las ligas de verano, donde coincidió entre otros con James Gist o Richard Hendrix, le llevó a fichar por Golden State Warriors. La fuga de Baron Davis y la lesión de Monta Ellis propició que fuera titular en el primer partido de la temporada. Se convertía en el primer agente libre novato de la historia de la franquicia en ser titular en la primera jornada de la Liga. No encontró un lugar en la Liga y continuó rompiendo moldes en Europa. Es el primer americano de la historia del Estrella Roja de Belgrado en jugar dos temporadas seguidas en el equipo. Ahora en Málaga hay un nuevo reto para este licenciado en Antropología Cultural: asentarse en uno de los grandes de Europa haciendo mejores a sus compañeros. Suerte€