­El «chivato» de la bipolaridad del Unicaja está claramente identificado. Es la línea de la personal. 4 metros y 60 centímetros separan el tiro libre de la canasta. Lo que es un hábito saludable y sinónimo de sumar puntos en tu casillero se ha convertido esta temporada para el Unicaja en una verdadera carga. Un lastre que está frenando las opciones del equipo en la ACB. Los pequeños detalles cuentan. Para lo bueno y lo malo. De ahí, curiosamente, la buena marcha en Euroliga.

Dice Joan Plaza habitualmente en sus comparecencias públicas que el lanzamiento del tiro libre es meramente una cuestión mental. Tan sólo concentración. Pues algo grave está sucediendo en las cabezas de los jugadores del Unicaja esta temporada. Más allá de que las altas esferas del club den casi por bueno perder por 11 puntos en Valencia, el Unicaja tiene otro gravísimo problema.

El equipo ha lanzado esta temporada 490 tiros libres y sólo ha transformado 357. Es decir, 133 puntos se han ido a la basura. La puntuación de más de un partido y medio para este Unicaja. Puntos importantes que no han subido al electrónico. Puntos que han dejado de sumar. Demasiados puntos. El Unicaja sólo anota el 72,9% de los tiros libres. Y eso le está provocando serios estragos, especialmente en la competición nacional, donde es el penúltimo en la estadísticas de tiros libres. Sólo el Iberostar Tenerife es peor.

Si Plaza siempre explica que los errores desde la personal van unidos a la falta de concentración, entonces se explica el pésimo bagaje malagueño en Liga (6 victorias y 8 derrotas), el segundo peor en los últimos 20 años del club, lo que le ha llevado a una situación límite, ya que no depende ni siquiera de sí mismo para jugar la Copa del Rey de La Coruña.

El Unicaja, en la Liga Endesa, tan sólo promedia el 69,8% cuando acude a la línea de 4,60 metros. Los cajistas han ido a la personal en 281 ocasiones y tan sólo han podido anotar 196 intentos. Es decir, el Unicaja ha dejado de anotar la friolera de 85 puntos en ACB. Más de los puntos que anota en un mismo partido. De locos.

Que el Unicaja es un equipo muy poca cosa en Liga Endesa y otro muy diferente en la Euroliga ya lo sabemos todos. También con hechos que lo demuestran. Uno de ellos es el promedio de acierto desde el tiro libre. El Unicaja se transforma cuando suena el «I feel devotion». ¿Por qué? ¿Falta mentalización? ¿Un discurso mal digerido por el vestuario? ¿Ganas de agradar en el escaparate continental? ¿Importa mucho más la Euroliga que la ACB? Parece que sí...

El Unicaja es el tercer mejor equipo de toda la Euroliga en porcentaje de tiros libres. Lo que en la ACB es una rémora en la Euroliga se transforma en virtud. Curioso, cuanto menos. Y demostrativo de la transformación que vive en sus carnes el equipo cuando pasa el viernes y tiene que jugar en la ACB los fines de semana.

El Unicaja anota el 79,29% de los tiros libres que lanza. En estos primeros 11 partidos de la máxima competición continental, los cajistas han dispuesto de 169 lanzamientos desde la marca de 4,60 metros y han anotado 134. Un bagaje realmente positivo. De hecho, al Unicaja sólo le supera en esta estadística el Sassari (82,3%) y el Real Madrid (79,4%).

Los malagueños van por delante de Bayern Munich (78,8%), CSKA Moscú (78,4%), Baskonia (78,2) o Fenerbahce (77,8%). Por cierto que el próximo rival cajista, el Panathinaikos, es uno de los peores del torneo. Ocupa el vigésimo lugar, con un bajísimo 70,8%.

La Supercopa, que fue un excelente espejo de lo que está siendo esta temporada, con un brillantísimo triunfo ante el Real Madrid (94-79) para, acto seguido, caer con estrépito ante el Barça (62-80), deja ver los problemas del equipo desde la personal. El equipo lanzó muchísimos tiros libres en la Supercopa: 40. Y sólo anotó 27, un trágico 67,5%. Contra el Real Madrid firmó unos buenos promedios del 75% (15 de 20), pero luego se hundió psicológicamente ante el FC Barcelona, con un paupérrimo 60% (12 de 20). Es la demostración de la bipolaridad de este Unicaja 2015/16.