Tres finales, 12 cuartos, 120 minutos... eso es lo que separa al Unicaja de la gloria copera o del fracaso más absoluto. La Copa de A Coruña 2016 asoma en el horizonte y hoy, a las 13 horas, comienza el viaje sin retorno de los verdes con rumbo a la cita del k.o. Hoy hay que ganar al Obradoiro en el Carpena para seguir vivos. Si no...

Los de Joan Plaza llegan a este día «D» sin red, con la presión de estar obligados a no fallar. Eso sí, lo mejor es que esta «final» llega en el Carpena, su guarida fetiche, ésa en la que en toda la temporada solo ha cedido dos partidos (Baskonia y Barcelona) contando Liga Endesa y Euroliga.

Lo peor, por contra, es que llegado este primer momento decisivo del curso, el Unicaja no depende de sí mismo. O sea, que además de ganar esta matinal al «Obra», deberá estar también muy pendiente de lo que pase en otras pistas para ver si alguno de sus rivales directos -principalmente MoraBanc Andorra y Fuenlabrada- pierden sus respectivos partidos para que se allane el camino hacia A Coruña.

Los verdes afrontan este órdago sin tiempo material para entrenar y/o descansar. El equipo, tras jugar el viernes por la noche en el OAKA ateniense, solo pudo dormir tres horas y entrenar ayer un ratito al llegar de la excursión de casi 7 horas Atenas-Estambul-Málaga. Está claro que el club no está en este asunto a la altura de la máxima competición europea ni de las circunstancias. Desde los despachos de Los Guindos no se está ayudando a los jugadores ni al cuerpo técnico. La planificación de los viajes es un desastre que poco tiene que ver con un club de elite. Y el que no lo quiera ver así es porque o es un necio o un mal profesional. Y es que una cosa es malgastar y derrochar y otra muy distinta esta actitud ruin y mezquina propia de equipo pequeño y dirigentes cutres.

Plaza tiene la duda de Kuzminskas para este mediodía. La fiebre y la sinusitis del lituano han mejorado, pero ayer hizo solo parte del entrenamiento y habrá que esperar a ver cómo amanece hoy para saber si está, al menos, para echar una mano. Los demás están todos aptos, incluido Jack Cooley, que ha dejado de contar para el técnico. La verdad es que su fichaje como «presunto» refuerzo para cubrir la baja de Germán Gabriel se está convirtiendo en una especie de «Expediente X» inexplicable.

El partido será la enésima oportunidad para que espabile Nemanja Nedovic, el jugador que más está tardando en asumir su rol en el equipo. Jamar Smith parece ir a más en las últimas semanas, Edwin Jackson alterna días malos con algún día bueno o incluso muy bueno, Dani Díez nos enseñó en el OAKA «algo» de lo que mostró en San Sebastián... Pero el máximo problema es el serbio, que no acaba de mostrar las credenciales por las que fue fichado el pasado verano como sustituto de Jayson Granger. Ni de base ni siquiera de escolta, posición en la que jugó algunos minutos en la pista del Panathinaikos con escaso éxito.

A pesar de tener tantas dudas y tanta necesidad, lo cierto es que el Unicaja se encuentra ante un partido de esos en los que la lógica dice que lo normal es ganar. El Obradoiro llega a Málaga sin urgencias, en una zona cómoda de la tabla y con el pase copero en el bolsillo por ser la Copa en A Coruña. Por cierto, no entiendo por qué el Obradoiro de Santiago de Compostela es anfitrión en A Coruña y el Fuenlabrada no es anfitrión cuando la Copa es en Madrid... «Mi no entender nada».

Los gallegos son un equipo duro, correoso y siempre muy competitivo, pero la diferencia de potencial entre los verdes y los santiagueses es tan, tan, tan grande, que cualquier cosa que no sea que Unicaja gane con cierta comodidad sería una sorpresa tan inmensa como desagradable. El entrenador, Moncho Fernández, contará de nuevo con el pívot Juanjo Triguero, que ya jugó la semana pasada, y tiene la duda de si el escolta Tyler Haws estará disponible, con una gastroenteritis desde el viernes.

Tengo una muy buena noticia para terminar esta previa del partido. Hoy será la última vez que el equipo juegue a las 13 horas los domingos por la mañana. A partir de ahora, cada vez que la tele elija a los verdes para este horario matinal, el partido será a las 12.30 horas. Todo un alivio para poder conjugar baloncesto con una hora decente para comer con la familia esa típica paella dominical que hoy será el último día que habrá que degustar «pasada».