El vuelo chárter a Belgrado, próxima salida del Unicaja en la máxima competición continental, cuesta 62.000 euros. Una cifra que el club preferiría no gastarse, pero que no está descartado que lo haga, tras valorar ayer todas las opciones y no encontrar una solución que satisfaga a todas las partes.

Joan Plaza, en la rueda de prensa posterior a la victoria del domingo ante el Obradoiro, se quejó amargamente del viaje a Atenas de la pasada semana y pidió al club que estudiara la posibilidad de viajar a Belgrado (Estrella Roja), Zagreb (Cedevita) y Krasnodar (Lokomotiv) en vuelos privados, con el fin de facilitar al equipo el descanso necesario para afrontar las dos competiciones -Euroliga y Liga- en las mejores condiciones posibles.

En el club no se quiere realizar semejante esfuerzo económico. Volar a esos tres destinos en vuelos chárter supone un desembolso de casi 200.000 euros, algo que en Los Guindos no se plantean asumir. El que corre más prisa es el de Belgrado, que es la próxima semana, y para ése podría haber hoy mismo fumata blanca.

En este viaje a la capital de Serbia hay que tener en cuenta la inmediatez del siguiente partido, que será en la pista del Real Madrid. El Unicaja jugará el viernes 22, a las 20 horas, en el Pionir de Belgrado; y el domingo 24, a las 12.30 horas, en la pista del Real Madrid, la última jornada de la primera vuelta de la Liga ACB, en la que el pase copero es posible que esté en juego.

El club vio distintas alternativas para volar en línea regular, pero que haya solo 38 horas entre el final del choque de Euroliga y el inicio del de ACB es lo que invita a hacer el «esfuerzo» de viajar en chárter, lo que permitiría al equipo llegar a Madrid de madrugada el sábado, con tiempo suficiente para descansar y preparar el partido de la matinal del domingo ante los blancos.

El departamento de prensa del club explicó amablemente ayer a este diario que la decisión de no utilizar vuelos chárter es porque no está previsto en el presupuesto del club, que ya ha tenido -por otro lado- dos partidas extraordinarias con los fichajes de Jack Cooley y de DeMarcus Nelson.

Ni siquiera los 35.000 euros que el club ingresará cada vez que gane un partido del presente Top 16 (ya ha ganado uno) se pueden dedicar a este cometido, ya que ese dinero ya está contemplado en el presupuesto previsto para la presente campaña, sin que en el mismo se dedique ninguna cifra concreta a desplazamientos en vuelo privado.

Según apuntaron a La Opinión estas mismas fuentes, el club se puso manos a la obra para preparar los viajes del equipo nada más que se conocieron los siete rivales del Unicaja para la segunda fase, a finales del pasado mes de diciembre, valorando las distintas opciones posibles.

Para esta próxima semana, por ejemplo, el club se encontró con ciertas dificultades para encontrar avión disponible en las empresas con las que trabaja habitualmente, lo que encarece todavía más el precio del desplazamiento, hasta esos 62.000 euros.

Tanto los viajes a Zagreb (10 de marzo) como Krasnodar (31 de marzo) también están en estudio, aunque especialmente el de Rusia es todavía mucho más caro, 90.000 euros, por lo que desde el club lo consideran casi descartado, como ya apuntó este periódico en su edición del pasado sábado.

El desfase de viajar a Belgrado en línea regular o en chárter es de algo menos de 50.000 euros, toda vez que el viaje «convencional» le cuesta al club aproximadamente unos 16.000 euros. La ventaja de pasar solo una noche fuera, al ir en vuelo privado, y no dos, si se viaja de la forma tradicional, no supone ahorro alguno para la entidad verde ya que los hoteles en competición europea los sufraga el equipo que ejerce como local.

La decisión definitiva es cuestión de horas. Chárter, sí; chárter, no.