El Unicaja seguirá escuchando a la Euroliga y a la FIBA durante los próximos meses y una vez que acabe la presente temporada, sepa cuál ha sido su clasificación en la Liga Endesa y tenga propuestas firmes tomará una decisión sobre su futuro continental. El club no va a hacer bandera por ninguna de las dos competiciones, va a tratar de llegar a pactos con los equipos punteros de la ACB que no tengan Licencia A y esperará su momento, en junio.

Sólo cuando las cartas estén sobre la mesa y las posturas queden bien definidas tomará una decisión respecto al torneo continental que dispute la próxima temporada. Sólo hay algo meridianamente claro, el Unicaja no jugará la Euroliga por sus méritos deportivos en la ACB. En la reunión a la que asistió el equipo malagueño en Barcelona, con un total de 27 clubes (11 Licencias A y 16 equipos europeos), se explicó que las 16 plazas de la futura competición quedan establecidas de la siguiente forma: 11 Licencias A, dos plazas para los campeones de la VTB League y Liga Adriática, una invitación (que en principio iba a ser un campeón de otra liga europea), el campeón de la Eurocup y el ganador de una fase previa que disputarán 8 equipos.

El mejor equipo de la ACB no tendrá acceso directo, a pesar de que la competición citó a la ULEB, a federaciones y ligas antes de final de año para tratar de llegar a un consenso. La decisión de la Euroliga ahora es que sólo tengan plaza directa el campeón de la VTB -reúne a clubes de la ex Unión Soviética y bálticos- y la Liga Adriática. Aunque también prometió una tercera plaza, la idea ahora es crear una wild card para dársela, en principio, al Bayern Múnich. El mercado alemán es muy goloso, el club tiene el respaldo de uno de los equipos de fútbol más poderosos del mundo y ni un solo club teutón tiene Licencia A. También puja fuerte por esa invitación el Darussafaka Dogus, cuyo propietario es un «Premium Partner» de la Euroliga, un estatus que sólo alcanza la marca deportiva Adidas, y que aporta más de tres millones de euros anuales como patrocinador. Y es que dentro de la Euroliga sólo la también empresa otomana «Turkish Airlines» -que da nombre al torneo-, con una inversión de seis millones, aporta más.

La nueva Euroliga de 16 equipos mantiene su estructura para la próxima campaña, con la promesa a los equipos con los que se reunió de ampliar el cupo paulatinamente. En 2016/17 podría subir a 18 ó 20 hasta llegar a las 24 en un periodo de tres años. La promesa de la Euroliga se antoja complicada de cumplir, ya que el contrato que firmaron los once clubes con Licencia A con el fondo de inversión IMS es por 10 años, con unos compromisos ya adquiridos. De esta forma, la Euroliga prometió potenciar con nuevos premios la Eurocup, aunque serían ganancias ridículas respecto a su primer torneo.

El baloncesto europeo estará fragmentado el próximo curso, ya que la FIBA ha anunciado que presentará en marzo su futura «Basketball Champions League», y pide a federaciones y ligas que se alisten a su torneo, como ya han hecho las de Italia, Turquía y Francia -excepto sus equipos con Licencia A-. El Unicaja mantiene contactos con la FIBA, que volverá a reunirse el día 8 de febrero, esta vez con los propios clubes. La Federación Internacional le ha pedido al Unicaja y a la ACB que se alíe con ellos, aunque el Unicaja esperará. La FIBA, además, no repartirá el dineral que prometió cuando comunicó su creación, y deberá repartirlo entre los 32 equipos participantes, más su segunda liga. Al torneo de la FIBA accederán dos equipos de la ACB, con hasta cuatro wild cards. Algo importante para el Unicaja, ya que a día de hoy es sólo el séptimo en la ACB.